Carta abierta de María José Tapia, madre de Diego lastra Tapia, víctima de trauma ocular durante la represión a la protesta social
Seré breve, porque siempre me faltan palabras para expresar todo lo que siento. En el contexto de las protestas del estallido social hirieron a mi hijo Diego, hace dos años fue brutalmente atacado por carabineros de Chile, le arrebataron un ojo, y la sensación de injusticia e impunidad es la misma, la impotencia, de como madre no poder proteger a mi hijo, es la misma, de no poder ir a hablar con alguien para que le devuelvan el ojo, de explicarle a alguien que es un buen hombre, esforzado y con muchos sueños por delante, no poder contarle a alguna autoridad responsable que es amable, inteligente y empático.
No encontré a nadie a quien pedirle que por favor revierta el castigo y daño que le hicieron por protestar en el estallido social, por salir a defender a su gente y por querer vivir en un país mejor, más digno. Sé que no hay nadie que pueda revertir este daño, mi hijo carga con el recuerdo eterno de que la rebeldía en este país se paga con sangre, de que no tienes que meterte con el poder, al poder no se le cuestiona, porque de lo contrario, se asusta y te ataca directo a los ojos, para que no veas más. Mi hijo carga con el dolor de una época, con el malestar de un país que se levantó y fue abatido. Pero también carga con una luz, una gran luz que me da esperanza, una luz que solo puede tener una persona que se levanta una y otra vez, y sigue luchando por sus sueños. Mi hijo, contra viento y marea, siguió adelante, nunca bajó los brazos. Ahora estoy tranquila porque sé que nadie, hagan lo que hagan, le borrará su sonrisa de la cara, porque esa sonrisa, que es producto de la ternura, nos trae cantos nuevos, el defiende con su vida esos cantos. Y esa sonrisa tierna, es su revolución.
Yo como madre seguiré acompañando a mi hijo, seguiré luchando por él y por los niños del futuro que pisen este mundo. Espero de todo corazón que el nuevo gobierno que se avecina, respete los derechos humanos, repare y haga justicia por todos los mutilados y asesinados en la revuelta, espero que todo el esfuerzo que muchos jóvenes invirtieron en las calles para ser escuchados, no sea en vano. Espero que se expandan por todos lados los cantos de mi hijo, porque traen amor.
Como madre pido justicia para mi hijo y para todos los asesinados, mutilados y presos políticos del estallido social. Quiero ahora reparación y justicia, para que dejemos de vivir rodeados de tanta violencia e impunidad.
María José Tapia, madre de Diego Lastra Tapia.