Chile en Sudamérica
Sudamérica abarca 12 países y un territorio de ultramar francés. Pese a que en el mundo representa 13% del territorio y 18% de la población, aporta menos de 4% del producto, aunque tres países integran el G20 y Brasil es la décima economía mundial. Tiene una cultura común, pero es una región heterogénea con un país -Brasil- que contiene a la mitad de la población, genera 43% del producto y representa 47% del territorio, incluida la Amazonía que le da una frontera selvática con la mayoría de los países de la Región. En ella, Chile, situado en un extremo geográfico representa 4% de su territorio, 4% de la población y aporta 8% del producto[i].
Salta a la vista que el posicionamiento relativo de Chile no depende en última instancia de proyectar fortalezas duras en el escenario internacional o regional, depende de su proyección blanda, entre ellas cohesión, auto reconocimiento de interés nacional compartido, política nacional consistente para aprovechar sus potencialidades de recursos y posicionamiento geo estratégico, enfoque de sus recursos escasos en áreas críticas generando ventajas, consistencia de política exterior aprovechando las oportunidades que ofrece la transición mutipoder, proyección cultural, liderazgo político diplomático en el escenario internacional, credibilidad, etc.
El balance económico social
El dinamismo de Sudamérica se asocia críticamente a bienes primarios con economías orientadas hacia afuera, de base industrial relativamente débil, con excepciones puntuales, especialmente Brasil. Esos rasgos son característicos de Chile que tiene la economía más abierta de la Región, pero asociada a bienes primarios con relativamente poco valor agregado.
Las relaciones económicas externas de la Región (comercio e inversión) están sufriendo cambios estructurales, aunque EUA sigue siendo la principal fuente de importaciones (reduciendo su participación), en lo que va del siglo su principal destino de las exportaciones ha pasado a ser China; para Chile el principal socio comercial es China que representa 40% de las exportaciones y 25% de las importaciones[ii]. Una lectura en clave de poder nos la ofrece la valoración del Comando Sur de EUA al señalar que “La República Popular de China y Rusia están ejerciendo agresivamente influencia sobre nuestros vecinos democráticos…. la ventaja comercial comparativa de Estados Unidos se está erosionando”[iii].
Por su parte, el origen de la inversión extranjera directa (IED) en Sudamérica se concentra en la Unión Europea, con una presencia menor pero significativa de Estados Unidos; la inversión China no representa un porcentaje elevado aún; se enfoca en infraestructura, minería y otras áreas estratégicas para su iniciativa del Cinturón y la Ruta, siendo el área que concentra la mayor parte de inversión China fuera de Asia. En Chile, para 2022, Europa representaba 36% del stock de IED, mientas EUA sólo alcanza 9% por detrás de Brasil[iv].
Esta reorientación en la dirección de las relaciones económicas externas no ha significado un cambio en el tipo de intercambios comerciales o condiciones, manteniendo la vulnerabilidad económica de la Región: sigue exportando bienes primarios e importando bienes de capital y tecnología. Pero el desplazamiento de poder de grandes potencias produce tensiones, al punto de declarar a las relaciones de la Región con China como una “influencia maligna”.
El nivel de ingreso per cápita de Sudamérica la ubica como una región de desarrollo medio, pero, pese a ello, preserva un importante porcentaje de su población en condición de pobreza y es una de las regiones del mundo con la peor distribución del ingreso. Chile, aunque tiene uno de los ingresos por habitante más altos, destaca por la desigualdad económica y la exclusión social. Esto afecta severamente la cohesión interna y erosiona su capacidad para aprovechar el re balance de poder.
Asimismo, en lo social, destacan los altos niveles de violencia; pese a ser una región de paz, ésta es persistente, con indicadores de homicidio más altos en algunas ciudades que en zonas de guerra; parte importante de la violencia se asocia al tráfico de drogas que genera corrupción e incluso narco político, erosionando la capacidad de los estados. En lo que hace a la migración, si bien existente un persistente flujo hacia países desarrollados, el principal flujo migratorio es intrarregional, producto de las disparidades económicas entre países y de las cambiantes situaciones políticas, las cuales han tenido como un destino importante a Chile, generando diversos efectos. Sin embargo, estos fenómenos sociales no constituyen parte del balance de poder regional y son materia de cooperación regional y de políticas de seguridad pública.
El balance militar
Un dato fundamental para el balance de poder regional es la presencia militar de potencias extra regionales y/o el vínculo de países de la Región con ellas en términos de armamento, formación u doctrina. Existe presencia de Estados Unidos, que orienta uno de sus once comandos (el Comando Sur) a la Región, que mantiene decenas de bases de diferente tipo en diversos países y que ha reactivado su cuarta flota dirigida a ella. De Inglaterra, con un destacamento ocupando territorio argentino en Las Malvinas. También de Francia en Guyana Francesa con una base naval y otra de lanzamiento aeroespacial de la Agencia Espacial Europea. La mayor parte de las naciones sudamericanas mantienen acuerdos de cooperación bilaterales con Estados Unidos y aún permanecen en el TIAR[v]; adicionalmente, tres países (Argentina, Brasil, Colombia) tienen la categoría de Aliado Especial Extra-OTAN, un acuerdo bilateral con EUA que les permite adquirir material en ese país de forma privilegiada. Colombia es el único país formalmente vinculado a una alianza extra continental como socio global de la OTAN. La Unión Europea tiene acuerdos militares con varios países de la Región, especialmente Francia con Brasil. Rusia, además de ser proveedor menor de armamento (p.e. a Perú y Venezuela), tiene acuerdos bilaterales con Brasil y otros países.; por su parte, la presencia militar China es mínima. Con todo, la mayor parte del armamento y equipos de la Región proviene de fuentes occidentales y es conocido el relevante papel que ha ejercido la ex Escuela de las Américas, actual Instituto de Cooperación en Seguridad en el Hemisferio Occidental en la formación de los militares[vi].
La participación de la Región en conflictos bélicos extra regionales ha sido marginal. Asimismo, se ha declarado como zona de paz. Mientras en otras regiones del mundo, especialmente Europa, el mapa se redibuja casi de forma permanente y la guerra en gran escala es un hecho omnipresente, en Sudamérica las fronteras prácticamente terminaron de establecerse a fines del Siglo XIX y desde hace 100 años no se han producido grandes guerras entre estados fronterizos[vii]. Ciertamente aún persisten conflictos armados al interior de un país (p.e. en Colombia), pero no se han regionalizado; también existen numerosas controversias fronterizas y su proyección marítima provocando incluso encuentros violentos más o menos puntuales, pero se han resuelto por vía diplomática, las políticas de defensa la reafirman y se mantiene la declaración de la Región como Zona de Paz. En el caso de Chile, si bien en diversos momentos se han escalado tensiones por razones limítrofes, no se registra una guerra con vecinos desde el Siglo XIX y las controversias se han resuelto por vía diplomática.
En el contexto de proliferación de estados nucleares y de otras armas de destrucción masiva en diversas regiones del mundo, donde los ciudadanos se ven amenazados por la posibilidad (y en algunos casos por el empleo) de algunas de ellas en su entorno cercano, desde la rutina del día a día y las enconadas luchas políticas internas de la Región, cuesta valorar el enorme privilegio de una Sudamérica establecida como zona de paz, libre de la amenaza directa de armas nucleares y con fronteras estables. Es un enorme activo para poder ocuparse de desarrollo y la preservación de la soberanía; pero es un marco que puede deteriorarse. Es evidente que para Chile es vital asegurar su entorno regional como zona de paz, libre de medios de destrucción masiva y fortalecer la resolución de disputas por medio de la diplomacia y del derecho internacional; pero la paradoja de la paz es que mientras se goza de ella, menos conciencia se tiene de su valor; así, resulta que en el debate constitucional chileno ha sido un tema no incluido o considerado poco relevante o fuera de contexto.
La Región no ha sido parte de la carrera armamentista que presentan otras regiones. Si bien el gasto en defensa ha aumentado en términos absolutos, lo ha hecho menos que en el resto del mundo; mientras éste se múltiplo por 1,8 en lo que va del siglo, en la Región se multiplicó por 1,5. Asimismo, lo que el gasto en defensa representa para el gasto público está por debajo de la media mundial.
Fuente: elaboración propia con base en SIPRI[viii] y Banco Mundial[ix], Data Bank actualizado 19.09.23
Ciertamente Brasil tiene un peso sustancial en la Región con prácticamente 40% del gasto en defensa y en efectivos, pero con un dinamismo que no altera las tendencias generales; asimismo, mientras la Región tienen limitadas capacidades de producción de equipos bélicos con significación estratégica, Brasil puede producir algún material de última generación a través de las cuales la cual está incrementando su presencia en el mercado internacional. Existen casos puntuales como Ecuador, Guyana o Colombia (que enfrenta un conflicto interno armado de ciertas dimensiones) que presentan indicadores absolutos y un dinamismo superior a la media. Chile también muestra valores absolutos y dinámica por sobre la media de la Región. Ciertamente pesa en estos datos la metodología de las fuentes y otros factores[x]; con todo, son tendencias observadas a tener en cuenta.
A pesar de que la cantidad de efectivos se mantiene estable a lo largo de este siglo y el gasto sin desbalances que generen una carrera armamentista, de que prima una voluntad defensiva y que se incrementan las medidas de confianza mutua, persisten las tendencias de alineamiento con grandes potencias o bloques en una relación bilateral, en incluso la reintroducción de hipótesis de conflicto entre países vecinos, práctica superada en la metodología de planificación de la defensa moderna. Todo ello puede socavar el entorno de seguridad que sostiene la zona de paz sudamericana. Para Chile, en el contexto de re balance el poder mundial, resulta necesario resolver o colocar en curso de resolución por vías diplomáticas las disputas fronterizas que aún persisten, antes que esas fisuras puedan derivar en conflictos exacerbados por intereses extra regionales.
Zonas de interés estratégico en Sudamérica
En un marco económico, político y militar general definido por la hegemonía de Estados Unidos en la Región se suma la existencia de seis zonas de interés estratégico que destacan ciertas características específicas que es necesario considerar.
La Proyección Caribe (Zona A) agrupa a los países al noreste de la Región los cuales inciden sobre el Caribe y el tránsito internacional por Panamá en un entorno cercano a una gran potencia, Estados Unidos, pero con presencia de otras potencias y territorio europeos (Francia, Holanda); en el Caribe Colombia y Venezuela tienen territorio e influencia política significativa. Toda vez que para Chile el Canal de Panamá es una ruta comercial fundamental, se encuentra directamente concernido en su estabilidad.
La Proyección Atlántica (Zona B) se relaciona con los países del Este de la Región (Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela), por ser el origen y destino directo del comercio con la costa este de EUA, Europa, África y el Sudeste Asiático; además, hacia el Este tiene frontera marítima con África.
La Proyección Pacífico (Zona C) es de particular importancia para los países del flanco oeste del Pacífico (Chile, Ecuador y Perú) porque les permite conexión directa con el Indo-Pacífico, el polo económico mundial más dinámico con una importancia adicional asociada a una potencial conexión terrestre bioceánica. El impacto para Chile de concretarse ese escenario es enorme; sirve para graficarlo la ciudad de Mejillones, que pasó en pocos años de ser poco más que una caleta histórica a uno de los puertos más dinámicos y modernos del país al concluir su puerto de aguas profundas.
La Proyección Antártica (Zona D) involucra los países del extremo sur (Argentina y Chile) porque comprende importantes recursos naturales de la zona austral y los Antárticos; es la llave de una ruta alternativa al comercio internacional y compromete la preservación soberana sobre territorio antártico de Chile con la terminación del tratado en 2030. En esa zona coinciden las reclamaciones de soberanía de potencias extra regionales y es misión privilegiada para la estrategia de defensa de los Estados Unidos: “Apoyaremos los esfuerzos interinstitucionales de Estados Unidos para contener y revertir el crecimiento de la República Popular China desde el establecimiento de acceso, presencia e influencia en América Latina y el Caribe. Esto incluye asegurar el acceso de Estados Unidos a líneas de comunicación marítimas clave: el Canal de Panamá y el Estrecho de Magallanes”[xi] y la Jefa del Comando Sur agrega que “en cualquier posible conflicto global, la República Popular China podría aprovechar los puertos regionales estratégicos para restringir el acceso de los buques comerciales y navales estadounidenses. Este es un riesgo estratégico que no podemos aceptar ni ignorar[xii]”.
Pese a estas heterogeneidades, la Región comparte una historia y cultura común, así como un interés estratégico común en el Corazón Sudamericano (Zona E en el esquema) que representa la diversidad de recursos naturales de Sudamérica y abarca a todos los países de la Región, siendo su eje simbólico la Amazonía.
De los 4,1 millones de hectáreas de bosque existentes en el mundo, un quinto está en la Región; Brasil contiene la misma masa boscosa que China y EUA juntos[xiii]; el 23% del territorio de Chile está cubierto por bosques que presentan una diversidad única por sus características geográficas[xiv], superficie que incluso ha aumentado en un modelo que ha generado fuertes críticas y conflictos.
Para alimentar a los habitantes el mundo se emplean 1,6 millones de hectáreas en cultivos; 8% de ellos en Sudamérica (más de 129 millones de hectáreas). Sin embargo, la futura demanda de alimentos hacia 2050 requerirá ampliar las tierras bajo cultivo (a pesar de que el aumento en la productividad será fundamental); como no hay disponibilidad donde la presión demográfica será más fuerte, Sudamérica, con sus más de 0,5 millón de hectáreas potencialmente cultivables -especialmente Argentina, Bolivia, Brasil y Colombia-, captará 60% de esa ampliación[xv].
El agua es vida; el agua dulce es fundamental para la vida humana[xvi]. Más de los dos tercios del agua dulce se encuentra en estado sólido y la Antártida posee 80% de ella; en Sudamérica se encuentra 26% del agua dulce utilizable del planeta[xvii]. La Región tiene las tres cuencas fluviales más grandes del mundo: Amazonas, Orinoco, Río de la Plata y también el Acuífero Guaraní; Brasil es el país con mayor reserva de agua dulce del mundo y Colombia el sexto[xviii]. Chile posee 1251 ríos, 12784 lagos y lagunas y 24114 glaciares que representan tres cuartos de los glaciares en la Región; asimismo, el volumen de agua procedente de las precipitaciones que escurren por los cauces superficiales y subterráneos, concentrados en parte de su geografía, equivale a unas 8 veces la media mundial[xix].
Con 40% de la biodiversidad de la Tierra, Sudamérica es el área con mayor riqueza en biodiversidad del planeta[xx]. Esta una ventaja comparativa cada vez más valiosa para la supervivencia humana, en áreas críticas como la medicina y en general para el desarrollo económico y social. La biodiversidad no sólo es una oportunidad para la Región, también objeto de fuertes intereses extra regionales y de empresas que presionan sobre ella.
La energía que mueve el planeta son los combustibles fósiles, especialmente el petróleo y gas, y seguirán siendo un recurso clave en la matriz energética a mediano plazo. La Región produce alrededor de 6% del petróleo pero representa un quinto de las reservas del mundo y cuenta con las mayor reserva en Venezuela[xxi], a las que se adicionan “nuevas” fuentes en la zona del Esequibo[xxii] y el yacimiento de Vaca Muerta en Argentina, segundo más importante del mundo en recursos no convencionales de gas y cuarto en recursos no convencionales de petróleo.
Adicionalmente, la transformación que supere el uso de combustibles fósiles y a la vez aumente la capacidad de almacenar energía (básica para la electro movilidad) supone nuevas demandas de minerales críticos. Todos los listados de ellos elaborados por las grandes potencias incluyen el cobre (del cual Chile y Perú son los dos primeros productores) y el litio donde Chile es el principal productor mundial y en el que, junto a Argentina, Bolivia, posee las mayores reservas del mundo. Una predicción de la Agencia Internacional de Energía (AEI) establece que para mantener el incremento de temperatura por debajo de 1.5°C, será necesario multiplicar por 7 la extracción de cobre hacia 2050, multiplicar al menos en 3 la del litio en el periodo 2020-25 y hasta 42 veces para 2040[xxiii] . Precisamente por ello la Región es el principal destino de las inversiones mineras en el mundo. El cuadro siguiente muestra la importancia de algunos recursos de la Región en términos de producción y de reservas.
Fuente: Elaboración propia con base en FAO/PNUMA[xxiv], FAO AQUSTAT[xxv], FAO[xxvi], US Geological Survey 2023[xxvii], CEPAL[xxviii], IADB[xxix] y Olivera[xxx].
La Región Sudamericana alberga recursos que son actualmente fundamentales, como el petróleo, y otros que lo serán en el futuro cercano, como el litio. La evidencia es contundente en mostrar que los recursos naturales, ambientales y su posición geoestratégica, mantendrán a Sudamérica bajo la presión creciente de diversas potencias en disputa por su posicionamiento de poder.
Chile ante el balance de poder sudamericano
Chile se ubica en una Región marginal respecto a las zonas de conflicto de impacto mundial, lo que debiera permitir el aprovechamiento de sus recursos y activos geopolíticos en función de su desarrollo económico y social; pero ello no coincide con el control y exclusividad que buscan diversas potencias y bloques de potencias.
Chile posee importantes activos para su desarrollo; p.e. tiene cobre y litio, minerales críticos para la transformación energética, así como abundantes recursos y gran biodiversidad. Además, se ubica en una posición geopolítica clave en varios sentidos: controla el paso bioceánico, está frente al polo económico Indo Pacífico, poniéndolo en directa relación con la zona de mayor dinamismo económico del mundo y, además, a ello se agrega su soberanía sobre parte de territorio Antártico. Chile no es una potencia que pueda proyectar sus intereses con base en la fortaleza de elementos duros (economía, fuerza, etc.) sino, con base en elementos blandos, pero para ello es indispensable que refuerce su cohesión interna realizando los cambios estructurales socio económicos que permitan integrar a toda la población.
En Sudamérica no existen conflictos bilaterales que no puedan resolverse de manera pacífica e incluso de forma colaborativa; asimismo, es necesario reconocer que dentro de ella existen zonas de interés geo estratégico diversas, más allá de las diferencias político-ideológicas que puedan tener diferentes gobiernos en un momento específico.
Chile no es una potencia que pueda imponer condiciones para asegurar su interés nacional; para su posicionamiento en el escenario internacional no puede fijar políticas mirándose a sí mismo, sin tener presente el lugar que ocupa en la escena general. Como se ha visto, actuar sólo no es viable, tampoco ofrece ninguna garantía el simple alineamiento con una u otra potencia o bloque; necesita reconocer que requiere apalancarse en un punto de apoyo regional, junto a sus pares con quienes comparte importantes intereses comunes.
Sin embargo, existe un regionalismo débil, dado que los diversos esfuerzos de integración desde lo comercial- arancelario han chocado con la orientación exportadora bilateral de las economías nacionales o por la alternancia de gobiernos de diversos enfoque político-ideológicos, todo ello en un marco de presiones externas para evitar una política regional autónoma. Ello dificulta aprovechar la escala regional para un vínculo más autonómico en el reordenamiento multipoder del escenario actual.
Bajo esa óptica resalta la necesidad de resolver los diferendos territoriales u otras tensiones antes que puedan ser empleados por potencias extra regionales; ejemplos de ambos casos respectivamente es la controversia respecto del Esequibo entre Guyana y Venezuela o ciertos aspectos de la migración intra regional. Chile también tiene algunos ejemplos que le afectan. Para ello no sólo se trata de privilegiar la vía diplomática y los mecanismos jurídicos internacionales, sino de incorporar en las definiciones de política pública consideraciones estratégicas, más allá de sólo las económicas; un ejemplo de ello son las oportunidades que genera el corredor terrestre bioceánico, una política Antártica común o para definir acciones tri-nacionales con el litio.
Otra parte de esa agenda común es la profundización de la Zona de Paz libre de armas de destrucción masiva (ADM) como un pre requisito para cualquier pretensión de desarrollo de Chile; ciertamente, las ausencias de amenazas directas alejan el foco público sobre ello, pero cada ciudadano, cada país, está directamente concernido, basta mirar los noticieros internacionales para saber qué se puede esperar. Asimismo, pese a que no existe una carrera armamentista intrarregional, que existen medidas transparencia, de cierta colaboración en materia de defensa y planificación por capacidades en sustitución de enemigos fronterizos, ello no constituye un estado alcanzado, es siempre reversible bajo el menor asomo de tensiones o de populismo nacionalista interno. Eso exige seguir profundizando en dichas medidas, pero ello por sí mismo es insuficiente. Existe la imperiosa necesidad de establecer nuevos mecanismos que desarrollen una concepción de la defensa fuera del marco de la influencia doctrinaria diseñada ad hoc en función de los intereses de potencias extra Región Sudamericana.
[i] Según datos del Banco mundial en población, territorio y PIB actualizados al 19 septiembre de 2023.
https://datos.bancomundial.org/indicador/SP.POP.TOTL?locations=S4
https://datos.bancomundial.org/indicator/AG.SRF.TOTL.K2
https://datos.bancomundial.org/indicator/NY.GDP.MKTP.KD
[ii] Banco Central de Chile, “Indicadores de Comercio Exterior”. Chile 2023
[iii] Richardson Laura, Jefa del Comando Sur de EUA, Presentación ante el Comité de Servicios Armados de la Casa del Congreso, Washington, 8 de marzo de 2023. 03.08.23 Richardson Statement.pdf (house.gov)
[iv] Banco Central de Chile, “Stock de Inversión Directa Pasiva por País”.
https://www.bcentral.cl/web/banco-central/areas/estadisticas/inversion-extranjera-directa-ied
[v] En el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, excepto Bolivia, Ecuador, México, Nicaragua y Venezuela que se han retirado.
[vi] Entre 1946 y 2000 recibieron entrenamiento 83 mil participantes de América Latina, entre ellos 3,500 militares chilenos, incluido Manuel Contreras, Jefe de la DINA durante la dictadura. Entre 2001 y 2015 se han graduado 24 mil participantes, incluidos 2 mil chilenos en “cursos relacionados con las necesidades de seguridad de los militares del Hemisferio Occidental, las agencias de orden público y los civiles que trabajan en los ministerios relacionados. Los cursos proceden de las agencias proponentes dentro del gobierno de EE.UU. y son validados y acreditados a través del Comando de Adiestramiento y Doctrina del Ejército de EE.UU.”
https://whinsec.org/es/about-academics/
https://whinsec.org/ y https://www.eldesconcierto.cl/nacional/2015/09/29/las-fuerzas-armadas-alma-de-la-patria.html; https://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2015/06/25/la-escuela-de-la-americas-y-su-prolongacion-en-el-instituto-de-cooperacion-y-seguridad-del-hemisferio-occidental/
[vii] Excepto la Guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay en 1932-1935 Guerra / incidente entre Ecuador y Perú en 1941, 1978 y 1995. Se excluye la Guerra de Las Malvinas en 1981 de Argentina con una potencia extra continental, Gran Bretaña.
[viii] SIPRI, Military expenditure by country, in constant (2021) US$ m., 1949-2022. SIPRI 2022 https://www.sipri.org/databases/mile
Para Venezuela 2017 https://datosmacro.expansion.com/estado/gasto/defensa/venezuela
Para Argentina corresponde a 2021
[ix] Banco Mundial, data bank:
Población: https://datos.bancomundial.org/indicador/SP.POP.TOTL?locations=S4
PIB sobre cuentas nacionales (U$ a precios constantes de 2010): https://datos.bancomundial.org/indicator/NY.GDP.MKTP.CD
Excepto para Guyana Francesa cuya fuente es https://es.wikipedia.org/wiki/Guayana_Francesa
Superficie Km cuadrados: https://datos.bancomundial.org/indicator/AG.SRF.TOTL.K2?locations=US
Gasto militar, % del gasto del gobierno central (para Ecuador corresponde a 2021): https://datos.bancomundial.org/indicator/MS.MIL.XPND.ZS?locations=Z4
Efectivos de las Fuerzas Armadas, Total: https://datos.bancomundial.org/indicator/MS.MIL.TOTL.P1?locations=Z4
[x] SIPRI considera como efectivos los “uniformados”, sean militares, políticas o para policías; eso hace, por ejemplo, que en Argentina se contabilicen la gendarmería o que en Venezuela se cuenten las milicias. En términos de gasto también hay elementos que distorsionan; en general, la mayor parte del gasto son salarios.
[xi] Sitio web oficial del Gobierno de Estados Unidos, Comando Sur, “Contramenazas”.https://www.southcom.mil/Lines-of-Effort/Counter-Threats/
[xii] Richardson Laura, op. cit.
[xiii] FAO y PNUMA. El estado de los bosques del mundo 2020. FAO, Roma. 2020
https://doi.org/10.4060/ca8642es y https://fra-platform.herokuapp.com/assessments/fra/2020/SA/home/overview
[xiv] CONAF, Revista Chile Forestal # 394. Chile, junio-julio 2020
https://www.conaf.cl/cms/editorweb/chifo/394/CHIFO394.pdf
[xv] FAO. “El estado de los recursos de tierras y aguas del mundo para la alimentación y la agricultura. La gestión de los sistemas en situación de riesgo”. FAO, Madrid, 2011. Véase el cuadro anexo A4-1 pg. 274 y 275
https://www.fao.org/3/i1688s/i1688s.pdf
[xvi] El cambio climático podría producir el derretimiento de los polos salinizando ese valioso recurso y generando una subida del nivel del mar superior a los 70 metros. Si bien se supone que el agua es un recurso renovable gracias al ciclo del agua, en realidad ello depende de respetar su capacidad de regeneración y evitar la contaminación del agua dulce.
[xvii] FAO. AQUASTAT - Sistema mundial de información de la FAO sobre el agua en la agricultura https://www.fao.org/aquastat/es/resources/publications/reports/cuadro 1.9 (pág. 46).
[xviii] FAO AQUASTAT, op.cit.
[xix] Asesoría Técnica Parlamentaria. ”Situación de los Recurso Hídricos de Chile”, Chile, Biblioteca del Congreso, mayo de 2018
[xx] PNUD, América Latina y El Caribe, una superpotencia en biodiversidad”, USA 2010.
[xxi] Para producción:
BP Statistical Review of World Energy 2022. https://www.bp.com/content/dam/bp/business-sites/en/global/corporate/pdfs/energy-economics/statistical-review/bp-stats-review-2022-full-report.pdf
Expansión, Datosmacro.com, 2022 , https://datosmacro.expansion.com/energia-y-medio-ambiente/petroleo/produccion
Para reservas: Expansión, Datosmacro.com, 2021 https://datosmacro.expansion.com/energia-y-medio-ambiente/petroleo/reservas
[xxii] Territorio en disputa entre Guyana y Venezuela, cobrando especial relevancia desde 2015 por el descubrimiento de reservas petroleras en la plataforma marítima.
[xxiii] Olivera Beatriz et al, Minerales Críticos para la Transición Energética, FUNDACIÓN HEINRICH BöLL, E.V., México 2022https://mx.boell.org/es/2022/12/07/minerales-criticos-para-la-transicion-energetica.
[xxiv] FAO y PNUMA. El estado de los bosques del mundo 2020. FAO, Roma. 2020
https://doi.org/10.4060/ca8642es y https://fra-platform.herokuapp.com/assessments/fra/2020/SA/home/overview
Ultima consulta noviembre 2023.
[xxv] FAO. AQUASTAT - Sistema mundial de información de la FAO sobre el agua en la agricultura https://www.fao.org/aquastat/es/resources/publications/reports/cuadro 1.9 (pág. 46).
[xxvi] FAO. “El estado de los recursos de tierras y aguas del mundo para la alimentación y la agricultura. La gestión de los sistemas en situación de riesgo”. FAO, Madrid, 2011. Véase el cuadro anexo A4-1 pg. 274 y 275
[xxvii] US Department of Interior. “US Geological Survey, Mineral Commodity Summaries 2023”. US Government, 2023.
https://pubs.usgs.gov/periodicals/mcs2023/mcs2023.pdf
[xxviii] CEPAL, La Minería en América Latina y El Caribe, Tendencias y Perspectivas, presentación a la XIII Conferencia Anual de Ministerios de Minería de las Américas (CAMMA) 3 de octubre de 2023, Santiago de Chile
https://www.cepal.org/sites/default/files/news/files/presentacioncepal_xiiicamma.pdf
Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre Desarrollo Sostenible 2023 25 de abril de 2023, 11h – 12h30 Sala Enrique V. Iglesias, CEPAL Santiago, Chile
[xxix] IADB, blogs.iadb.org/energía/es/america-latina-y-los-minerales-criticos-para-la-transición-energetica/
[xxx] Olivera Beatriz, op.cit.
VER TEXTO ANTERIOR: https://www.lemondediplomatique.cl/chile-frente-al-balance-del-poder-mundial-por-pedro-vuskovic-cespedes.html