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Taiñ zoy küme. Lo que nos hace humanos, de Victor D.O. Santos. Por Hans Schuster

Taiñ zoy küme. Lo que nos hace humanos, de Víctor Días de Oliveira Santos, primera edición bilingüe: español/mapuzugun, 2023. Edición especial para el Ministerio de Educación, con ilustraciones de Anna Forlati, Diseño de Daniel Cabral, Traducción del inglés Juan Francisco Bascuñan Muñoz y Paloma González Muñoz, Traducción al Mapuzugun Nevenca Cayullán, por la organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y por la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO). 44 páginas.

Se suele pensar que la literatura infantil corresponde a un conjunto de obras literarias escritas para niños y niñas, que van desde la primera infancia hasta la adolescencia. Sus objetivos suelen ser; entretener, educar y contribuir al desarrollo social, emocional y cognitivo, utilizando un lenguaje accesible lleno de ilustraciones, que van más allá de captar la atención, por lo general hay propuestas estéticas que estimulan la imaginación y enriquecen los universos emocionales, solemos encontrar textos, para quienes aún no saben leer desbordados de colorido con dibujos/pinturas/ilustraciones, los hay también para lectores principiantes con pequeños textos e igualmente con un alto atractivo estético y ya para lectores encontramos, libros desplegables, en tres D o pop up, con cuentos infantiles, fábulas, mitos, leyendas, pequeñas obras de teatro y novelas creadas para la población juvenil. Sin importar si la cultura es escrita u oral, encontramos diversas variantes, en la oralidad por lo general es trabajo de la madre, desde la canción para arropar el sueño (canción de cuna), cantos populares o canticos de familia, hasta las historias de sobre mesa o fogatas, en donde participan otros adultos y dependiendo la cultura –nuevamente- los niños/as y jóvenes pueden participar contando sus sueños al iniciar la jornada o las experiencias del día, al anochecer en donde también se distingue la ficción de la no ficción.

Por otra parte, la evolución de la literatura infantil se debe en parte a la colaboración de autores, ilustradores y profesionales del ámbito educativo y del trabajo editorial que lleva incluso a la creación de libros cuyos límites son difusos, la serie Harry Potter de J. K. Rowling fue escrita y comercializada para niños, pero es muy popular entre los adultos. En la actualidad, The New York Times tiene una lista separada de los libros más vendidos para niños, cabe recordar que, en la cultura occidental, los niños/as, dependiendo de los pueblos, eran considerados como dependientes de protección, por su inocencia y necesitaban de entrenamiento por parte de los adultos, en otras sólo formaban parte de la familia o clanes y debían trabajar al igual que los adultos, ya que no había diferencias, será recién en 1690, con el ensayo sobre el entendimiento humano, que el filósofo inglés John Locke desarrolló su teoría de la tabula rasa en la mente humana, él decía que al nacer, la especie humana era una "pizarra en blanco" sin reglas para procesar datos, y las reglas para dicho procesamiento se formaban únicamente en las experiencias sensoriales de cada uno. Esta doctrina establece que es deber de los padres imbuir al niño con nociones correctas. El propio Locke enfatizó la importancia de proporcionarles a los niños "libros fáciles y agradables" para desarrollar sus mentes en lugar de usar la fuerza para obligarlos a seguir las normas de lo socialmente correcto. Si bien en la antigua Atenas y Roma emergen los tutores, la escolaridad universal será un recurso más tardío, y una vez que los territorios se convierten en repúblicas, en algunas sólo operaba la educación para la élite, de modo que la literatura infantil viene a ocupar un rol sociopolítico significativo ante la noción de pertenencia e identidad. Algo de eso olvido el Estado de Chile durante la dictadura cívico militar, al traspasar la educación a los espacios municipales, el rol del Ministerio de Educación ha sido el de un cuasi fiscalizador a medias, dado que tanto los colegios municipales como los particular subvencionados y los particulares, pueden en su propio modelo educativo dejar fuera contenidos sobre la identidad e historia nacional, reproduciendo los arquetipos de clase, religión e ideología política, no olvidemos que entre las sociedades de instrucción primaria, sobresalen los Matte o los Larrín, quienes suelen tener cámaras en los salones de clases, o en los pasillos, bajo la idea de observar las conductas, en especial lo que dicen y hacer los docentes contratados, que en su gran mayoría serán desvinculados a fines de año, o no renovados sus contratos, dado que no resultaron afines a su ideología escolar. Recuerden que el modelo de negocios, implica grandes compromisos de los educadores con horas y funciones que nunca aparecen en sus contratos, como Bingos, Kermeses, y otras tantas celebraciones, tampoco olvidemos que en los colegios de iglesia ocurre los mismo, de allí la gran rotación de docentes cada año, esperamos que al menos con la promulgación de la Ley N° 21.040, del año 2017, que crea el nuevo Sistema de Educación Pública, y que ya se comienza a implementar con la finalidad de mejorar sustancialmente la calidad de la educación que entregan los establecimientos públicos chilenos. La Dirección de Educación Pública tiene como misión construir y consolidar un sistema local y nacional, su foco prioritario estará enfocado en fortalecer las capacidades de los establecimientos educacionales y sus ciclos de mejora educativa; expresados en la instalación gradual de los Servicios Locales de Educación Pública como una red moderna y articulada de servicios de educación altamente profesionalizados (eso dice la ley). Además, la Dirección deberá conducir el proceso de transferencia de los establecimientos educacionales de dependencia municipal, a establecimientos del Ministerio de Educación que serán administrados por los nuevos 70 Servicios Locales de Educación a lo largo del país. Mediante esta normativa se crea la Dirección de Educación Pública y los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP), cuyo propósito es desarrollar y fortalecer las capacidades de las instituciones educativas, reconociendo las fortalezas existentes y subsanando las principales debilidades de los actuales sostenedores de la educación municipal. Esperemos que no sea sólo un nuevo sistema burocrático, sino que realmente mejore sueldos y tipos de contrato para el cuerpo docente, cabe recordar que es el Estado de Chile quien tiene en sus diversas reparticiones ministeriales la mayor cantidad de trabajadores a contrata, de modo que la estabilidad laboral sigue siendo un mal chiste de mercado. Y la derecha y parte de lo que se auto denomina izquierda progresista como siempre pretende precarizar aún más al privado y al Estado, reduciendo la grasa y manteniendo los contratos a contrata de plazo fijo. Por el eso el déficit de docentes y las Universidades continúan cerrando carreras de diversas pedagogías, el modelo de negocios no les permite financiar lo que el Estado tampoco es capaz de fortalecer con leyes robustas para una carrera docente digna, después de todo a fines del 2030 de requerirán más cincuenta mil docentes, que serán habilitados por el Ministerio con personas de buena voluntad, como ocurre en la actualidad con el déficit de sobre los veinticinco mil y contando.

Pero vamos al texto, “Taiñ zoy küme. Lo que nos hace humanos”, es un relato breve, con aciertos poéticos, en especial las imágenes, que desarrollan una intriga sobre un algo que viene remontando los tiempos, en los diversos lugares del mundo, provocando sensaciones y emociones que tienen relación con lo humano, desde sus diversas etapas de vida, la intriga se hace más compleja cuando relaciona la posibilidad de evitarlo sin poder cumplir con esa idea. Por razones de uso es que también se compara en suavidad y rugido, entre los opuestos, luego nos indica que desde un principio era uno, aunque ahora son miles, aunque sin ser adivinanza sugiere que algunos no pocos han desaparecido y con ello esa cultura que también deja de existir, cuando los dominas las puertas se abren, sin su presencia no existirían los libros, en especial los de niños, que son la idea central del porqué se hace presente, pasado y futuro, con o sin juego, nos hace humanos, porque es Inche genh ñi kewunh (recuerden que la traducción es de Nevenca Cayullán al mapuzungun) Y el libro se trata del lenguaje o “Yo soy el lenguaje” es la traducción exacta.

De allí que sea tan importante, no sólo el libro en relación a la literatura infantil, cuestión filosóficamente disputada hasta el día de hoy, pues hay quienes sostienen que la literatura es literatura sin apellidos, las fábulas, por ejemplo, siempre fueron relatos de humor político creadas por los esclavos para burlarse de sus amos, con matices esa condición se mantiene por siglos, y sin embargo es entendida como infantil, es innegable que después de la edad media y gracias a invención de la imprenta, el clero utiliza el libro como vehículo de concientización para impartir el dogma, a fines del renacimiento se lo convierte en material didáctico, y encontramos los bestiarios, abecedarios o silabarios. Habrá a quienes les llame la atención el termino Bestiario (textos con lenguaje simbólico, con referencia a animales reales o fantásticos, en algunos casos con alcances dogmáticos religiosos), más de alguien en sorna podría pensar en hacer una lista de políticas públicas, cuyo bestiario daría cuenta de los parlamentarios u agentes de los gobiernos de turno, sería una risa amarga, tanto en Chile como en Argentina. Por otra parte, tenemos el libro de Julio Córtazar, recopilación de cuentos del autor, que lleva el nombre del último relato de la compilación, a secas, Bestiario (1951), literatura dentro de la literatura, o El Bestiario del Reyno de Chile (1972), de Renzo Pecchenino Raggi, quién retrató la sociedad chilena de las décadas de 1960, 1970 y 1980 a través de sus caricaturas e ilustraciones, el cuasi arquitecto por formación y periodista por convicción, cuyo seudónimo es Lukas.

A Modo de cierre, el texto, “Taiñ zoy küme. Lo que nos hace humanos”, nos permite reflexionar sobre el detalle con que juega el autor, desde el lenguaje para hablar del lenguaje, las magníficas ilustraciones (usadas primeramente para la traducción del portugués al inglés, y del inglés al castellano y de allí al mapuzungun, y como sabemos se seguirá re-traduciendo a otras lenguas e idiomas), con el afán de desarrollar no sólo la imaginación o la estética de la ilustración, sino como su nombre nos indica, como en todo aquello; “Lo que nos hace humanos”.

Hans Schuster, escritor.

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