La torta Huevo Moll es parte de la herencia colonial, siendo este postre uno de los más extendidos por América Latina con algunas variaciones en donde lo central no es la harina sino que es el huevo. Una característica notada en los manuales de la repostería de aquella época como testimoniaba Juan de la Mata en 1786 en su escrito "Arte de repostería: en que se contiene todo género de hacer dulces secos" publicado en Madrid. Dada la asimilación cultural puede tener variaciones siempre manteniendo su naturaleza de postre como lo ha sido en Granada y en Las Canarias, Costa Rica, Guatemala, Colombia, Perú, Bolivia, Paraguay, entre otros.
Huevo Moll es una torta exquisita no tan popular en Chile, sin embargo tiene presencia en varias regiones sobre todo del valle central. En Santiago, la Dulcería Huevo Moll son excelentes custodios de la receta. Andrea Férnández Bravo y Rodrigo Pérez Duvauchelle como parte de una reivención debido a la pandemia, hace cinco años pusieron su alma en continuar esta herencia familiar. La historia se remonta a la bisabuela de Andrea llamada Elena Vergara autora del libro de "Recetas de Missia Inés" compilación de recetas de comida chilena, sus hijas Laura y Elena Montt continuaron el arte de la cocina, traspasando este saber a Ana María Bravo. Así se fue fraguando en el seno familiar esta hermosa historia que es uno de los hitos fundamentales de la cocina chilena.
Los postres y preparaciones de la Dulcería Huevo Moll hoy son un referente con alto reconocimiento dada la calidad de sus tortas, esas que llegaron a los conventos dándole el sentido a la expresión "pura mano de monja", este es el comentario que con justicia podemos dar a estas preparaciones elaboradas en uno de los barrios de la comuna de Ñuñoa. Tenemos aquí, un testimonio contundente en el que se reúne historia, calidad y amor en la cocina, orientada por el principio de una comida sana sin perder la capacidad de endulzarnos la vida, sea en el transcurrir cotidiano en esos momentos especiales que nos convocan a celebrar.
La torta huevo moll no es algo relacionado a la nostalgia, su preparación es un excelente acompañamiento en nuestras comidas, incluso hay unas exquisitas versiones que se ajustan a las estaciones del año, siendo pertinentes en cualquier momento frías (por ejemplo lúcuma) y a temperatura ambiente (panqueque naranja). La historia de esta dulcería actualiza recetas sin perder su identidad de herencia tradicional y familiar, son varias versiones las que se pueden degustar disfrutando de un festín de sabores de alta calidad, por eso es que en estos años se han ganado la categoría de notables por calidad y por el reconocimiento de su prestigio que se ha dado en el boca a boca.
Alex Ibarra Peña.
Dr. En Estudios Americanos.
@apatrimoniovivo_alexibarra