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Un fantasma recorre el norte: vigencia del pensamiento marxista

Mientras desde el centro de Chile se promociona una socialdemocracia con maquillaje de izquierda, en el norte se debatía sobre la vigencia y urgencia del pensamiento de Carlos Marx. Los días 19 y 20 de octubre, el antiguo Cine Tarapacá -ahora Salón Tarapacá- fue escenario de un debate de las principales fuerzas de izquierda del norte. Asistieron más de 250 personas, entre militantes, dirigentes sociales, estudiantes y trabajadores.

Fue en torno a los 200 años del nacimiento de Marx que se realizó en Iquique el seminario internacional: “Revolución social, peculiaridades nacionales y Nueva Gobernanza Mundial”. Estos tres ejes temáticos fueron debatidos por: el Partido Comunista de Chile (encabezado por el Diputado Hugo Gutiérrez-PC), invitados de China (una delegación encabezada por el diplomático Cónsul General en Iquique, Sr. Chen Ping), de Nuestra América (Perú y Bolivia) y de tres movimientos del Frente Amplio. Movimiento Autonomista (MA), Izquierda Libertaria (IL) y Izquierda Autónoma (IA), los cuales se dieron cita con parte de las direcciones nacionales y líderes intelectuales quienes compartieron y dialogaron con la ciudadanía.

Desde la primera mesa “El inevitable regreso a las raíces”, la contienda se dio entre las fuerzas tradicionales de izquierda y los proyectos marxistas del siglo XXI, no hubo punto, tesis o palabra que no fue disputada. Las intervenciones del Movimientos Autonomista, que ahora reseñamos, marcaron el tono general del debate. Es importante señalar, que se encuentran disponibles en las redes sociales la totalidad del congreso (www.facebook.com/Seminario200MARXIQUIQUE).

El llamado de José Díaz fue a generar una lucha por la profundización, expansión y reconfiguración de la democracia, la justicia, libertad e igualdad. Volver hacer de los movimientos y partidos políticos de izquierda espacios democráticos, de lucha popular y social. Denunciar a quienes han hecho de la izquierda un espacio para defender el modelo neoliberal, construyendo una democracia fetichista, sin principios ni mecanismos de participación democrática.

La lucha política democrática de un proyecto de izquierda, comprendió que el sujeto para la construcción popular y social fue el precarizado. Este último entendido como un sujeto generado por la desposesión de las condiciones estructurales, simbólicas e institucionales que le dan sustento a una vida comunitariamente considerada. Es decir, el sujeto es vinculación con otros sujetos pasados, presentes y futuros, sociales y ambientales.

Fue el ex presidente de Ecuador Rafael Correa. Quien nos recordaba que es desde Iquique, desde el norte de Chile, donde tres naciones hermanas se enfrascaron en una guerra fratricida, manipulados por cómo ha sido costumbre en Latinoamérica, por intereses extranjeros; muerte y sufrimiento para hermanos proletarios, causado por un alza arancelaria. Para nosotros, el movimiento obrero y popular en Chile no puede ser pensado, entendido ni expandido hacia un movimiento de izquierda sin la historia de los caminos recorridos por actores como, por ejemplo, Luis Emilio Recabarren, Amanda Labarca y Teresa Flores.

La conección del pensamiento de Marx en nuestra región fue realizada por Correa desde el siguiente diagnóstico: “En el siglo XXI, la religión ya no es el opio del pueblo, sino que es la prensa burguesa el nuevo opio del pueblo”. El vínculo crítico, la denuncia y la fuerza para una lucha latinoamérica resuena, en estas palabras, como un llamado a considerar las nuevas formas en las cuales las derechas nacionales e internacional construyen la hegemonía, desestabilizando gobiernos y liderazgos para la conservación y la profundización del fascismo en nuestro continente, donde destaca los medios de comunicación masivos como la principal herramienta.

La intervención de Cecilia Moreno en la Mesa “Feminismo y Marxismo en el siglo XXI” fue una sugerente propuesta de retomar a Marx. La expositora, apostando por el feminismo como una forma de repensar las relaciones capitalistas, desde la acumulación originaria hasta nuestros días. Y con ello complejizar la imagen que tenemos del capitalismo. Abordando conceptos como: trabajo, capitalismo, división sexual del trabajo, acumulación por desposesión y explotación, nos llamó a desafiar en nuestros análisis una mirada más profunda de las relaciones capitalistas, apoyados en esta propuesta del feminismo, se nos insta a cuestionar y profundizar los alcances de la teoría marxista.

El marxismo, que si bien desarrolla una crítica con gran profundidad a la producción naturaliza la reproducción. Es decir, si bien Marx dedicó parte de su reflexión teórica a explicar la “cuestión de la mujer” y “la explotación de las trabajadoras en la fábrica”, el trabajo reproductivo realizada por estas en el seno de la familia aparece natural, invisibilizado y no, como se nos señaló, una actividad social históricamente determinada y cargada de intereses y relaciones de poder: una verdadera acumulación originaria en el hogar.

Desde el feminismo podemos asumir que el orden sexual es fundamental para el desarrollo del capitalismo. Este permitió, por una parte, reproducir de manera estable y gratuita la fuerza de trabajo, y por otra, generar una división al interior de los trabajadores, ya que éstos no veían en las mujeres como una fuerza de trabajo explotada con la que organizarse.

La última intervención del Movimiento Autonomista, en la mesa “Gobernanza Mundial y Desafíos para América Latina”, por partida doble, desde Felipe Valdebenito fue una formidable crítica a la estructura de los valores burgueses del Estado, de los estados nacionales, de la soberanía, de la patria, del nacionalismo, de las fronteras. Valores para la izquierda tradicional y los partidos políticos conservadores, para nosotros temas a deconstruir. Rodrigo Ruiz, con las armas de Marx y del marxismo, realizó un llamado a superar y enriquecer pero no abandonar este legado histórico. Sobre las cenizas de una de las más grandes derrotas de la izquierda latinoamericana, las cenizas del ‘73, la convocatoria fue a “no retroceder otra vez”. A no hacer un giro hacia la socialdemocracia, a construir una propuesta superadora de la socialdemocracia, que el foco sobre la distribución y no en la producción.

Marx no pasa desapercibido. El conocimiento de su obra nos ayuda a entender el legado de este influyente autor, la naturaleza opresiva del capitalismo y las condiciones y posibilidades de igualdad, libertad y democracia de un mundo mejor. Como señaló Rodrigo Ruiz, fue un privilegio haber podido discutir sobre marxismo en el norte grande de Chile, hacerlo -quizá por primera vez- con el Partido comunista de Chile y proponer desde el Frente Amplio procesos y herramientas para la comprensión de un marxismo para el siglo XXI.

Movimiento Autonomista Iquique

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Foto: Militantes, Dirección Nacional y Direcciones Regionales de Antofagasta, Arica e Iquique.

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