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Un planeta letal. Por Rodrigo Mundaca

La Fundación Internacional para la protección de Defensores/as de Derechos Humanos fue fundada en Dublín, capital de Irlanda, el 22 de febrero del año 2001, con el objetivo específico de proteger a los y las defensores/as de Derechos Humanos en riesgo. Los días 17, 18 y 19 de octubre del año 2017, se realizó en Dublín la novena plataforma para defensores y defensoras de Derechos Humanos en riesgo, hito que congrego a 106 hombres y mujeres de más de 80 países del mundo.

El encuentro se caracterizó por analizar y exponer la realidad de la represión que sufren las y los que defienden los derechos esenciales, se priorizó el intercambio de experiencias y el debate en torno a estrategias para prevenir y minimizar los riesgos.

En el día inaugural hicieron uso de la palabra Andrew Gilmour, Secretario general adjunto de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, y Michel Forst, Relator especial de las Naciones Unidas sobre la situación de las y los defensores de Derechos Humanos en riesgo. Sin embargo, lo más importante del encuentro fueron los testimonios, y he dejado pasar algunos días desde mi retorno, para poder tener la tranquilidad que se necesita para dar a conocer lo que sucede en el planeta.

Iniciar el relato señalando que la periodista de Malta, Daphne Caruana, que develó los Panamá papers en su país (paraíso fiscal donde los ricos ocultan sus fortunas para evadir impuestos) un día antes del inicio de la Plataforma de Dublín, fue asesinada con un coche bomba, su trabajo y su memoria fueron homenajeados al inicio del encuentro. De primera fuente escuche los relatos de las minorías LGBTI (Lésbicas, Gay, Bisexuales, Trans e Intersexuales), de cómo son perseguidos, discriminados y asesinados en Pakistan, Tunez, Birmania. También en Georgia, un grupo de mujeres luchan contra la discriminación basada en el género y promueven la igualdad de trato, abogando por la erradicación de la violencia doméstica.

En Nigeria y desde el año 2004, el movimiento Islamista Boko Haram (la educación occidental es pecado) a bombardeado escuelas, secuestrado niñas, sólo en abril del año 2014 secuestraron 200 niñas, hoy más de 2 millones de nigerianos viven en campamentos de refugiados huyendo de la violencia, en Dublín escuche a una sobreviviente de la maledicencia humana.

También pude conocer a una mexicana, que desde el año 2012 busca a su hija y 4 familiares más, desaparecidos en Tamaulipas uno de los 31 Estados Mexicanos. Los testimonios de las y los defensores de derechos humanos de Paraguay, Colombia, el Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, el mío propio, todos y cada uno de ellos tenían un denominador común, la lucha por la defensa de la tierra y el agua ante el extractivismo más feroz, ese que coludido con los gobiernos de turno, asesina activistas, criminaliza, persigue, agrede y censura sin distingos de género, raza o color, aquí los maltratados por defender los bienes comunes son hombres y mujeres sencill@s, que defienden el sentido común, el mismo que es avasallado por obras faraónicas como el Canal Interoceánico de Nicaragua, que tiene por propósito conectar el mar caribe y el océano Atlántico con el océano Pacífico, desplazando directamente de sus territorios a más de 119 mil personas.

Agricultura de exportación, hidroeléctricas, forestales, depredando territorios y pagando testaferros para despejar el camino de dignos y valientes hombres y mujeres.

Vivimos en un planeta letal, un planeta caracterizado por la violación de Derechos Humanos vitales, esenciales, la libertad, la justicia, el acceso a los derechos sociales, a los bienes naturales comunes, todo es apropiable, todo es factible de tener dueños, propietarios, al fin y al cabo el dinero compra Gobiernos, corrompe instituciones, paga costosos bufetes de abogados para llevar a tribunales y encarcelar a las y los que luchan , y si se persiste en el intento, simplemente se asesina, como ocurrió el año 2016 con Berta Cáceres, lideresa del pueblo Lenka, cuya defensa del agua y el territorio le costo la vida.

Esta es probablemente una ínfima parte de las enormes y emocionantes historias de resiliencia escuchadas y compartidas en Dublín, estando ahí seguí la marcha por la recuperación de las aguas en Santiago de Chile (22/10/17), también me enteré del derrumbe de la operación Huracán, esa que sostenía que los peñis se coordinaban para acciones vía whatspp, y ya en proceso de aclimatación he sido testigo como después de más de 1 año y medio en la cárcel, los comuneros Mapuches sindicados como responsables de la muerte del matrimonio Luchsinger Mackay, han sido puestos en libertad por falta de pruebas que permitieran formar convicción de la responsabilidad de los acusados, expresión literal empleada por el Juez que los absolvió, nunca más certera la expresión de Eduardo Galeano, la Justicia es como las serpientes, sólo muerde a los descalzos.

De vuelta a Chile, a la provincia de Petorca, V Región, epicentro nacional de la violación del derecho humano al agua, donde políticos y empresarios secaron los ríos para producir paltas de exportación, donde el robo de aguas ha contado con la complicidad de quienes han administrado el Estado, aquí estamos, y como yo, todas y todos, las y los que estuvieron en Dublín, han vuelto a sus territorios, armados hasta los dientes…..de dignidad y coraje para seguir adelante.

Rodrigo Mundaca
Vocero Nacional Modatima

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