No caben dudas que la migración es un desafío permanente en el dinamismo globalizador presente, siendo favorecido en sociedades donde la producción de bienes y servicios están en el centro, para satisfacer necesidades de la sociedad. Las migraciones, se despliegan en una geografía global, regional y binacional (entre otras posibilidades), pero también en las expresiones intra-nacionales (ruro-urbano), atraídas por el mero hecho de un emprendimiento que precisa de mano de obra que moviliza personas (la temporada de fruta, por ejemplo). Si al proceso migratorio, le agregamos la ocurrencia de conflictos armados o regímenes autoritarios, se complejizan aún más. Imposible obviar la ‘trata de personas’ (entre otros ilícitos, como el crimen organizado violento), que también explica el movimiento de personas, anclada a necesidades, alimentarias y de vida. La región latinoamericana es teatro de operaciones de tales situaciones y, Chile en particular, también.
De ahí, los sistemas políticos, intentando sintetizar esta dinámica, reaccionan en más de una oportunidad desde una perspectiva de la polarización y fragmentación política, creándose referentes sociales y partidarios que, regularmente apelan a los valores de identidad nacional denunciando la jibarización de los servicios o prestaciones sociales y el mercado del trabajo para los nacionales del país que aloja a estas personas que migran (lo hacen buenos, malos y otros más malos, como es el caso de crimen organizado).
Al observar la contradicción entre el proceso migrante y los sistemas políticos en la escala global, son las derechas y ultraderechas las que se fortalecen por este expediente, generando un importante sentimiento popular. En este sentido, el caso chileno es bien paradigmático.
Es tan paradigmático, que se ha consolidado una etiqueta de que la migración es igual a delincuencia cristalizada en el portonazo, turbazo, encerronas, narcotráfico, Tren de Aragua, entre otros (la migración luminosa, estando presente en varios lugares de la sociedad nacional, no se visibiliza y valora del todo, como es el caso de la salud). Luego resulta que varios de los extranjeros no regularizados que son detenidos aparecen como integrantes del “Tren”, obteniendo esta entidad una publicidad en el hampa nacional, sin contrapesos y gratis. Con difusión y publicidad oficial.
Lo anterior, con una carga simbólica significativa hacia la migración venezolana hoy (antes fue la peruana, haitiana, colombiana y hasta boliviana), donde el sistema político se ha permitido pasar del Chilezuela que se le endosó a Alejandro Guiller en las elecciones 2017, a la necesidad de que vote la población migrante en las elecciones nacionales que se vienen en noviembre y diciembre (lo más expeditamente posible). No se puede olvidar, Cúcuta, cuando el expresidente Sebastián Piñera, en un acto de Política Internacional Presidencial, acompañó el conflicto interno venezolano en respaldo a Juan Guaidó. Qué decir de los aviones de haitianos endosados a la expresidenta Michelle Bachelet, que luego se prueba la NO relación, pero que la posverdad mantiene.
Bueno, en este “paradigma enigmático migratorio y contradictorio”, donde las derechas han sido consistentes en articular una agenda política y electoral, hace unas semanas, la SOCIEDAD NACIONAL DE AGRICULTURA, da un golpe de timón respecto de esta tendencia de caracterización al proceso migrante, cuando su presidente Antonio Walker llamó a regularizar a aquellos migrantes que prestan servicios a los procesos productivos del agro[i]. En un tono similar, Luis Mayol, exministro del rubro de Sebastián Piñera hace lo mismo, explicando con datos, la necesidad de considerar este aspecto, no sólo en la política, sino que también en la economía del país[ii].
Esta irrupción política y mediática (no es nueva), cumple con un criterio de realidad que proviene desde el esencialismo del capital nacional, cual es, “precisamos de más mano de obra para continuar produciendo desde lo que se ha denominado, Chile Potencia Agroalimentaria” (no lo dijeron ellos, pero se entiende que no se puede ser potencia, si es que no se produce). Esto implicaría, que la siempre potencial jibarización de los derechos laborales será un desafío en lo urbano y rural, pero la señal es estratégica desde este sector de la producción nacional, ya que se “entrega con aspaviento en una coyuntura electoral” (pero ya se había consignado antes, sin complejos).
Este contexto de nacionalismo v/s productividad, se enfrenta con las probabilidades que permiten las encuestas, otorgando a las derechas, resistentes a la migración (aparentemente), una posibilidad de triunfo en las siguientes elecciones con el potencial apoyo de esta población migrante en importante proporción. Como botón de muestra, hasta Mario Desbordes, alcalde de la comuna de Santiago, logró obtener una parte relevante de apoyo a su candidatura desde los migrantes, en la votación del 2024, asentados en la comuna de Santiago y que alcanzan según SERVEL unas 55 mil personas[iii].
Así, en esta coyuntura electoral y política, la migración ya es defendida explícitamente por un sector de la economía, que proviene desde el ala conservadora y liberal de derechas, que se jacta de ser cuidador de los valores patrios y defensor de los nacionalismos chilenos (nacionalismos líquidos, por lo visto).
De este modo, la pregunta siguiente podría ser, ¿cuántos sectores más de la producción están contenidos en transparentar la necesidad de más migrantes y que no lo hacen porque es políticamente incorrecto?… Pues bien, la SOCIEDAD NACIONAL DE AGRICULTURA ya lo hizo y no tuvo complejos (sin perjuicio de sus ajustes discursivos posteriores).
Por lo tanto, el pragmatismo económico contradice el discurso electoral de los “patriotas” y no estamos hablando de una postverdad o de fakenew, sino que, de volteretas migratorias provenientes desde las derechas, a vista de todos los nacionalistas que se diluyen en conversaciones que los incomodan.
[i] Ver en Regularización migratoria https://www.sna.cl/2024/12/16/regularizacion-migratoria/
[ii] Ver en Luis Mayol apoya formalizar a migrantes irregulares: "La mano de obra nacional no da abasto"
[iii] Ver en De “Chilezuela” a “Con Venezuela”: el fructífero discurso pro venezolano en las elecciones municipales 2024 Fuente: Fast Check CL - https://www.fastcheck.cl/ - Todos los derechos reservados.https://www.fastcheck.cl/2024/11/02/de-chilezuela-a-con-venezuela-el-fructifero-discurso-pro-venezolano-en-las-elecciones-municipales-2024/
Hernán García Moresco, Magister© Ingeniería Informática USACH. Diplomado en Big Data Universidad Católica. Diplomado en Ciencias Políticas y Administración Pública. Universidad de Chile. Licenciado en Educación en Matemática y Computación USACH
José Orellana Yáñez, Doctor en Estudios Americanos Instituto IDEA-USACH, Magister en Ciencia Política de la Universidad de Chile, Geógrafo y Licenciado en Geografía por la PUC de Chile. Integrante del Centro para el Desarrollo Comunal Padre Hurtado.
