La muestra artística reitera el uso del lenguaje por el cual este artista alcanza su modo expresivo. Las formas, los colores y el trazo muestran un lugar de permanencia. Podemos apreciar aquí la estancia de una trayectoria e itinerario desplazados en un tiempo que parece el mismo. El presente es una huella del pasado.
Lo novedoso es que este uso del lenguaje se conforta en un diálogo con una figura relevante de la filosofía contemporánea con la cual ya han dialogado otros chilenos, como es el caso de Humberto Giannini. Es explícito este encuentro entre este artista y el filósofo francés Paul Ricoeur. En tiempos de pérdida del sentido de lo habitual la filosofía puede ser usada como terapia.
Las palabras elegidas a modo de título de las distintas pinturas, fotos y objetos quedan resonando en el espectador. Alguna pretensión de provocación hay en aquello aunque no atraviesa al terreno de la perturbación. Más bien uno puede sentirse a gusto o a disgusto en este lenguaje que con cierto pudor se asoma a la emergencia de lo político apenas insinuado.
Aparece el tiempo de la crisis contenida en producciones que de lo ornamental transitan hacia contenidos más expresivos de la realidad concreta. Nadie podrá olvidar, hay un Funes que se apropia de nuestra conciencia. El hombre teme a la muerte violenta.
El MAVI espacio abierto a lo experimental, siempre arriesgando, acoge esta muestra de uno de los artistas chilenos que ha sido destacado en las décadas de la posdictadura que comienzan a terminar.
Alex Ibarra Peña
Dr Estudios Americanos.
