Acortar la jornada laboral de 45 a 40 horas les devuelve tiempo a los trabajadores. Tiempo valioso en estos tiempos, en los que siempre nos falta el tiempo. Ese fue el espíritu de la ley desde sus inicios, lo que nos motivó a quienes lo apoyamos, y todo Chile fue testigo de ello. Por eso celebramos cuando este gobierno logró aprobar las “40 horas”. Fue un debate difícil, cómo olvidar por ejemplo cuando el Ministro del Trabajo del ex Presidente Piñera señaló que “Chile podría verse impedido de jugar una Copa América, porque va a exceder las horas que se están planteando”, o cuando un Diputado se preguntaba ¿Qué vamos a hacer con los trabajadores de la Conaf cuando estén apagando un incendio, les vamos a decir que se acabó la jornada?
En ese entonces lo que estaba en discusión era la posibilidad de que los trabajadores pudieran contar con más tiempo para sí mismos, y que con ello mejore su calidad de vida, su salud mental, haciendo menos difícil la conciliación entre el trabajo y la vida familiar. Tan hondo caló el debate y su relevancia, que muchas empresas redujeron su jornada antes de la promulgación y entrada en vigencia de la ley, y lo hicieron sin imputar dichos minutos de vida a la colación, sino que de manera efectiva.
Por eso estamos contentas, porque la reducción de la primera hora ya ha comenzado, pero nuevamente han aparecido los roces. Aun cuando la aprobación de la ley fue casi unánime, algunos al parecer votaron obligados. Vemos con preocupación que se abra la posibilidad de imputar la reducción al tiempo de colación, o que se pueda fraccionar el total en los días de cada semana (reduciendo 12 minutos diarios). Estas fórmulas evaden el espíritu de la ley, va en contra de todo lo que defendimos en el debate público y en el Congreso. Y es que 12 minutos no marcan la diferencia, ¿qué son 12 minutos? 3 canciones, el tiempo que se pudo demorar tu hijo o hija en ponerse su uniforme, un olvido de llaves en la mañana, no es nada. Por el contrario, una hora efectiva este primer año, y luego las demás horas en los siguientes, eso sí es sustantivo. Eso sí le da un alivio a las familias chilenas, eso sí les comunica que trabajamos por ellas, por sus familias, por devolverles tiempo valioso.
Pese a los absurdos discursos del pasado y las zancadillas presentes, tenemos ley de reducción de la jornada laboral, y en estos días serán, miles o cientos de miles, los trabajadores que disfrutarán, con sus hijos, familia o amigos, o en lo que gusten, esa hora que ya no tendrán que entregarle al trabajo asalariado, al capital.
*Diputadas del Frente Amplio