Chile ante los objetivos de Desarrollo Sostenible

Este septiembre de 2015 la Organización de las Naciones Unidas ha convocado a una inédita reunión global: la Cumbre Especial sobre Desarrollo Sostenible. Este evento tiene un doble sentido. Es el momento en el que culminará el plazo para el cumplimiento de los Objetivos del Milenio (ODM), sancionados en la Cumbre del año 2000. Y en segundo lugar será el lanzamiento de un nuevo programa de desarrollo, orientado a los próximos 15 años. Esta nueva agenda, llamada “El camino hacia la Dignidad en 2030” está compuesta por 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que en parte profundizan los ocho ODM del 2000, pero en otros aspectos constituyen una auténtica novedad, ya que amplifican y ensanchan la noción de desarrollo.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODM) nunca fueron para nuestro país un verdadero desafío. Ya en el 2000 buena parte de sus exigencias estaban cumplidas, al menos tal como las definía la ONU, ya que su naturaleza apuntaba a los países de menor renta y con mayores vulnerabilidades sociales en el planeta. Sin embargo el cuarto informe del gobierno chileno, presentado en 2014, destaca como principales elementos pendientes de logro la persistencia de graves inequidades y desigualdades, en distintos niveles y aspectos: “entre ellos en el acceso al mercado laboral; en el acceso a una educación de calidad; en el acceso a bienes y servicios públicos de calidad; en las diferencias de ingresos entre hombres y mujeres cuando realizan las mismas labores; entre la población indígena y no indígena respecto del promedio de ingreso por trabajo; a nivel territorial, entre otras”...