Veja es la revista más influyente de América Latina. Tiene una tirada de cerca de un millón doscientos mil ejemplares, de los cuales alrededor de novecientos veinticinco mil corresponden a suscriptores.
Para conocer verdaderamente el semanario brasileño Veja (“Miren”), podemos fijarnos en su correo de lectores –correo algo monótono en su entusiasmo–: “Un faro que ilumina el mar de lágrimas de nuestro mundo político”; “no solamente una brújula [ética], sino también una fuente de constancia y de competencia”; una publicación “libre, valiente y obsesionada por la búsqueda de la verdad”… También se lo puede hojear.
Las tres cuartas partes de los lectores de Veja pertenecen al 12% de los brasileños más ricos. Se trata de una población a quien no irrita demasiado, parece, una visión del mundo más bien conservadora. Las páginas “Panorama” muestran regularmente, por ejemplo, imágenes y citas de hombres y mujeres públicos: los primeros, de traje, forman parte de sus preocupaciones políticas; las otras, con poca ropa, se preocupan por su peso o porque la piel de sus muslos adquiera un aspecto anaranjado. Tarde o temprano tenemos fuertes chances de caer en la publicidad, que ocupa, en promedio, más de setenta de las ciento cuarenta páginas de la publicación. En la edición del 7 de noviembre de 2012, los lectores pudieron contar, de un tirón, dieciséis páginas de publicidad para la sociedad Procter & Gamble...
Texto completo en la edición impresa del mes de diciembre 2012
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