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Proyecto “Dominga” y los intentos por defender lo indefendible. Por Nicol A. Barria-Asenjo y Ariel Sperling Batic

l arqueólogo, Lewis Binford (1980), en Willow smoke and dogs’ tails, propone que, posiblemente, los grupos cazadores recolectores, se movilizaban y usaban el paisaje a su favor. Esto, debido a que ciertos lugares, pueden tener mayores ventajas para algunas prácticas, como lo es la vivienda, la caza, u otras actividades de diferente índole. Siguiendo la línea de Binford, es posible afirmar que las personas toman decisiones razonables dentro de lo que la ecología ambiental les ofrece. Dado que, buscarían aprovechar las ventajas que esta ecología pudiese tener. Bajo esas ventajas comparadas, es que el autor, dice que las personas toman decisiones en tanto al movimiento, es decir, las personas se mueven dentro de un área geográfica, en pos de sacar cierto provecho en recursos.

Es precisamente ese intervalo entre lo que el ambiente y la naturaleza ofrece y, los usos que éticamente se le pueden dar lo que está en tela de juicio a nivel mundial en estos días recientes. En Chile, el uso de espacios geográficos desde temprana data viene siendo fuertemente criticado. Una de las razones de estos debates es la priorización de la acumulación del Capital por sobre la naturaleza, la vida y las condiciones materiales de lo porvenir.

¿Qué formas de vida nos esperan en el próximo siglo si la crisis ecológica continua el camino y dirección que mantiene en nuestros días? ¿Es posible pensar al ser humano siendo agente activo de la construcción de un porvenir? Son tiempos de muchas preguntas complejas y pocas respuestas.

El debate toma fuerza hoy a propósito del proyecto Dominga, un proyecto portuario que atenta contra una zona ecológica importante, un proyecto que sin dudas mantiene implicancias, impactos y efectos mundiales trascendentes. Nuevamente se priorizan los intereses privados de la elite económica del país por sobre los intereses públicos y, en este caso, los intereses mundiales.

En una situación coyuntural, con una pandemia que nos llegó a confrontar con la extrema vulnerabilidad de la humanidad, especie y naturaleza por las decisiones y movimientos del hombre, un grupo extremadamente reducido de empresarios, políticos y analistas hace vista gorda a la crisis económica, climática y ecológica que el globo siente día a día, ese es el resumen del escenario actual.

Para partir, Edward Soja (en Nielsen, 2017) en su libro Postmodern Geographies, hace la división entre zonas nodales, y zonas internodales. Las zonas nodales, vendrían a ser, lugares en los cuales se congregan varias personas, posiblemente de distintos grupos. Como podría ser en una ceremonia importante, o, por ejemplo, ambientes ecológicos que tengan algún bien preciado, como podría ser el agua de una laguna o un río. En cambio, los espacios internodales, son los cuales en donde la gente no se congrega. Si bien puede haber personas, no son lugares que generen encuentros. Como podría ser la cordillera, o un camino que se le dé poco uso. Según esta categorización, y dado que en Chile una y otra vez se le entregan oportunidades a las empresas para que atenten libremente contra el medio ambiente y ecosistemas, podríamos afirmar que el proyecto Dominga se llevaría a cabo en un espacio internodal, pues, la congregación de personas allí tendrá lugar solo por el proyecto minero.

Por su parte, esto se complementa con el sistema-mundo postulado por Immanuel Wallerstein (2005) es una forma ver la economía contemporánea de escala mundial. En donde existen países que para la economía son centro, y otros que son periferia. Los países de la periferia, explotarían las materias primas de sus tierras, para transportarlas a los países llamados centro. En este proceso, se crearía una red en el mundo de transporte en donde todas las economías se verían plenamente integradas unas con otras, la cual, tendría nodos e internodos. En donde en unos nodos se explotaría la materia prima, en otro nodo se confecciona, en otro nodo se acumula, etcétera. Serían lugares en donde se centrarían actividades lo cual generaría concurrencia de muchas personas, y también, objetos. Lo cual estaría en relación con el fin que es la obtención de recursos, en un mundo globalizado.

Conviene preguntarnos por qué es y en que consiste Dominga, la respuesta la encontramos en la página donde se da a conocer el proyecto portuario Somos un proyecto minero portuario ubicado en la Región de Coquimbo, cuyo yacimiento está ubicado a 16 Km al norponiente de la Comuna de La Higuera, donde se encontrarán la planta, los dos rajos, el depósito de estéril y el depósito de relaves espesados.

La planta se conectará con el terminal de embarque en el borde costero a través de tres ductos subterráneos de 26 Km que llevarán agua y hierro. El terminal de embarque estará emplazado en la localidad de Totoralillo Norte, lugar en el que se ubicó el primer puerto minero de la Comuna y donde se construirán las instalaciones necesarias para el acopio, filtrado y embarque del concentrado de hierro a través de un sistema de correas transportadoras cerradas y cargadores móviles que lleven directamente el concentrado a cada bodega de la nave, evitando fugas de material.

Conscientes de la escasez de agua en la zona, contaremos con una planta desalinizadora que nos permitirá operar con agua de mar en todos nuestros procesos, además de entregar 5 litros por segundo de agua desalinizada a la Comuna de La Higuera (1)

Un proyecto rechazado inicialmente en el año 2017 tanto por la Comisión de Evaluación Ambiental como el comité de Ministros en el Gobierno de Michell Bachelet, principalmente por atentar ecosistemas marinos biodiversos de toda la corriente de Humboldt.

Con lo anterior, podemos abordar este comportamiento humano desde la teoría actor-red expresada por Bruno Latour (en Casella, 2013). En su propuesta, la sociabilidad no solo se da entre personas, también se da entre personas y no-personas -como lo son los animales y las cosas-. Por tanto, para entender ciertos fenómenos, no solo vale estudiar a las personas, sino que hay que entender a las personas situadas con materialidades, porque estas, al también ser sociales, contienen agencia por sobre las personas. Sino que también un uso simbólico y de poder. Por ejemplo, Van Buren (1996), mencionan que el uso de uno de los archipiélagos verticales que usaba la comunidad para fabricar alcohol, no era necesariamente por el fin alimenticio de esta bebida. Sino que esta bebida, permitía al líder de tal comunidad, legitimarse social y políticamente, tanto dentro de su grupo, como con grupos exteriores. Es decir, complementando con Latour (en Casella, 2013), que los bienes materiales, a fin de cuenta, actúan y son agentes, no solo en un plano netamente material o economicista, también puede serlo situado culturalmente dependiendo de lo que signifiquen los objetos y sus efectos en el comportamiento humano culturalmente situado.

Es el uso economicista lo que pone en relación directa el uso del espacio geográfico, los intercambios y las formas de uso que se le darán a los recursos. En esto, lo principal y lo importante es sin lugar a dudas las ganancias que acumulará el empresario Delano y sus colaboradores.

Las decisiones que actualmente se están tomando, ya no están relacionadas con el porvenir, con la especia, con el bien común, son decisiones económicas, que favorecen solo a un grupo pequeño y que atentan contra el 80% restante. Ya no se trata de utilizar un espacio geográfico y utilizar los recursos naturales que allí se encuentran como una forma de sobrevivir, esta perspectiva nos llevaría idear a los cazadores, recolectores o agricultores tempranos desde un paradigma de pobreza, como lo critica Marshall Sahlins (2017) en La Economía de la Edad de Piedra. Sino que, simplemente son recursos ambientales que simplemente les genera cierto interés, utilidad, o atracción.

Intentar defender un proyecto portuario tal como lo es Dominga, es una tarea imposible, aún así, los asesores se esfuerzan día a día por salir en matinales de TV a dar sus respuestas desesperadas. Lo que conviene preguntarse ante el devenir actual, es el uso de los tiempos y movimientos políticos. Claramente la atención en el proceso Constituyente sirvió a los empresario y la elite económica-política para estructurar nuevos planes y proyectos aprobados en el silencio de la ilegalidad y los márgenes que desde temprana data el grupo poderoso ha aprendido a utilizar.

Bibliografía:

1- para profundizar, véase: https://www.dominga.cl

Binford, L. R. (1980). Willow smoke and dogs’ tails: hunter-gatherer settlement systems and archaeological site formation. American antiquity, 4-20.

Guattari, F., & Rolnik, S. (2006). Micropolítica. Cartografías del deseo.

Marsden, M., Ibañez-Tirado, D., & Henig, D. (2016). Everyday diplomacy: Introduction to special issue. The Cambridge Journal of Anthropology, 34(2), 2-22.

Nettle, D. (1998). Explaining global patterns of language diversity. Journal of anthropological archaeology, 17(4), 354-374.

Sahlins, M., & Graeber, D. (2017). Stone age economics. Routledge.

Vienne, E. D., & Nahum-Claudel, C. (2020). Anthropology and diplomacy. Is another form of diplomacy possible? [introduction]. Terrain. Anthropologie & sciences humaines, (73).

Wallerstein, I. M. (2005). Análisis de sistemas-mundo: una introducción. Siglo xxi.

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