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Sobre "La mitad de un destello que nos devuelve". Por Mónica de Pablo

“Un hombre son todos los hombres. Una mujer son todas las mujeres” escribió alguna vez Jorge Luis Borges. En el presente Poemario esta sentencia se vuelve a confirmar.

Estos versos relatan un amor que viene de la destrucción y vuelve a la destrucción. El recuerdo es un infierno del que no intenta huir . Relata el camino de vuelta a esa pérdida desde la geometría, que, al ser desde el amor y hacia el amor, se vuelve sagrada.

Hay una suerte de camino con instrucciones en el cuarto poema , al lanzarse el hablante a este abismo de melancolía y desolación por lo perdido. No sabemos a donde ni en qué época temporal existe esta “Mitad de un destello que nos devuelve”, nombre del Poemario de Rubén Quiróz, filósofo y poeta del Perú. Sólo descubrimos rastros de dolor a cada paso , en cada verso, como un hilo de Ariadna hasta descubrir “una urdimbre hecha de arroyos y chillidos”.

Regresa con la esperanza de recuperar lo que alguna vez fue o soñó que fuera. Se debate entre el infierno y la posibilidad de un purgatorio si el otro/ la otra, recuerda que alguna vez fueron felices. Si a la muerte clama Quiróz desde la dedicatoria a la amiga perdida, la Muerte le responde con una memoria herida hasta los huesos.

Quizás el corazón de este texto late en unos versos del quinto poema.“ contra el brillo de la algarabía renunciando al mar y a ti” , que confirma en el sexto al recitar “con las carnes enlazadas a las lágrimas”.

Los versos vienen hondamente lastimados a este reencuentro, al intento de volver a conocerse y en el modo en que se responde a sí mismo desde una racionalidad desesperada. La geometría entonces se vuelve cárcel sin llave. Es prisionero de sí mismo.

El poema 25 quiere nombrar a la esperanza: “Quiero decirte que hemos sobrevivido / abrazados a los médanos, es cierto/ pidiendo los recuerdos que nos arrebataron” E insiste en los versos del poema 32 “ Con un registro milimétrico de cada tono desmadejado y en esos resquicios, en esos vibratos, en esas contracciones en oblícua intrepidez, nos amábamos”.

No llegamos a saber, en esta desesperada nostalgia quién es el “otro”. Puede ser una mujer, pero también puede ser una nación o la Vida entera . Conozco este dolor. No me es ajeno. También atravesé más de una vez esos infiernos. Son también reflejo de mis propios versos.

Me resuenan en el Alma y en el cuerpo otros, que aprendí hace tantos años, al ver imágenes escritas de buitres sobrevolando este Poemario. Esos otros del compositor español Luis Eduardo Aute:

“Miles de buitres callados se esconden en las cloacas
no te destroza amor mío esa silenciosa danza
maldito baile de muertos
pólvora de la mañana
Presiento que tras la noche,
vendrá la noche más larga.
Quiero que no me abandones
amor mío al alba.
Al alba, al alba, al alba, al alba,
quiero que no me abandones
amor mío al alba.

Mónica de Pablo

2022

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