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Sobre los migrantes en el norte de Chile. Por RECHISAM

DOCUMENTO DE POSICIÓN DE LA RED CHILENA DE INVESTIGACIÓN EN SALUD Y MIGRACIÓN – RECHISAM

ACERCA DE LA CRISIS HUMANITARIA Y DE SALUD QUE VIVEN MILES DE MIGRANTES EN CONTEXTO DE PANDEMIA EN LA ZONA NORTE DE CHILE

En el marco de la profunda crisis social y sanitaria que se experimenta en la zona norte del país por el fenómeno migratorio en contexto de pandemia por COVID-19, y de similar importancia en todo el territorio nacional, como red chilena de investigación en salud y migración, RECHISAM, compartimos nuestra preocupación y extendemos nuestro conocimiento y experiencia para apoyar en el proceso de protección y resguardo de miles de familias migrantes, incluyendo a menores de edad, que hoy están sufriendo de hambre, pobreza y desprotección. Al respecto señalamos que:

1. La migración es un fenómeno inherente a la existencia humana y que ha preservado nuestra existencia como especie en este planeta desde nuestros orígenes.

2. La salud de personas migrantes es de preocupación mundial y requiere de esfuerzos sistemáticos, articulados y basados en la evidencia científica, que promuevan el respeto del derecho a la salud en todos y todas, independiente de la condición de extranjero o cualquier otra categoría migratoria asociada.

3. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elaborado un Plan de promoción de la salud de migrantes y refugiados para los años 2019-2023 que busca alcanzar tres objetivos y sobre el cual todos los países pueden trabajar y cooperar: (i) Orientar los debates entre los Estados Miembros y los asociados que intervienen en la formulación del pacto mundial sobre los refugiados y el pacto mundial para una migración segura, regular y ordenada; (ii) Servir de base para la formulación de un proyecto de plan de acción mundial sobre la salud de los refugiados y los migrantes; y (iii) Proporcionar un recurso que los Estados Miembros podrán tomar en consideración al abordar las necesidades sanitarias de los refugiados y los migrantes, en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y las prioridades de cada país.

4. Existe especial preocupación sobre la protección a la vida y salud de mujeres, niños, niñas y adolescentes; personas con alguna condición crónica o discapacidad; personas en situación de irregularidad; y personas en vulnerabilidad humana, social y cultural de cualquier tipo. Debe ser un esfuerzo deliberado, consciente y explícito de cada Estado y sociedad el velar por la protección de la salud y buen vivir de las personas migrantes y sus familias.

Como miembros de esta red hemos visto la valentía, esfuerzo y dedicación de la autoridad sanitaria, de cientos de profesionales de salud, equipos psicosociales, organizaciones civiles y de autoridades locales, así como también organismos internacionales desplegados hoy en respuesta a la crisis humanitaria que se enfrenta principalmente en la zona norte de nuestro territorio (en especial Naciones Unidas por medio de UNFPA, ACNUR, OPS y OIM). También hemos conocido de los enormes desafíos y necesidades de estas personas en la zona norte para abordar esta severa y lamentable crisis humanitaria y sanitaria. Desde la evidencia actual sobre migración, pandemia por COVID-19 y crisis en frontera, podemos indicar que:

1. Ninguna persona es ilegal. Es fundamental enfrentar la temática migratoria con enfoque de derechos humanos, entendiendo que son cada una de ellas personas, mujeres, niñas y niños y hombres que se ve en la urgente necesidad de migrar en contexto de pandemia, en gran medida, por necesidad forzosa de supervivencia. El carácter administrativo de situación irregular no refleja que la persona no tenga identidad ni dignidad, y debe ser considerada con igual valor que cualquier otra persona.

2. Ninguna vida migrante sobra. La muerte de cualquier persona migrante en frontera o en territorio receptor por razones de desprotección, hambre, enfermedad o abuso de derechos es no solo un hecho catastrófico, sino que también un fracaso para la salud pública. Cada caso de enfermedad severa y riesgo de muerte debe ser considerado de emergencia y se debe velar por el aseguramiento del acceso a la atención de salud como medida esencial de equidad en salud pública, con el adecuado registro y monitoreo.

3. La frontera de Chile es el destino final de muchos migrantes. Para muchos casos, en especial en el caso del vigente éxodo de venezolanos, el territorio del cono sur de la región es desconocido y extenso, y muchos de ellos incurren en viajes riesgosos y extenuantes para llegar a nuestra frontera nacional. Por ello, la salud de muchas personas migrantes que están hoy en la frontera norte está muy deteriorada, haciendo que el enfoque de salud en frontera sea urgente y prioritario.

4. El acceso a la atención de salud es un derecho humano universal, que debe ser protegido y resguardado para todos y todas las personas extranjeras, puesto que su aseguramiento permite no solo mayor bienestar individual y familiar, sino que mejor salud poblacional para el país completo y el ahorro de cuantiosos costos de parte del sistema de salud a largo plazo.

5. La salud de migrantes en frontera requiere de especial atención. Evidencia internacional documenta que personas migrantes en frontera presentan problemas de salud importantes de conocer y manejar in situ, como son por ejemplo casos de deshidratación, desnutrición adulta e infantil, problemas articulares, descompensaciones de condiciones crónicas y falta de continuidad de medicamentos, en especial hipertensión arterial, diabetes mellitus tipo 2, virus de inmunodeficiencia humana, insuficiencia cardiaca y respiratoria. En contextos de crisis humanitarias, el despliegue de equipos de salud entrenados y con suficientes recursos en frontera debe ser una prioridad de salud pública impostergable.

6. Riesgos de violencia y abuso en frontera. Existe importante evidencia de experiencias de abuso, tráfico y trata de personas en frontera, por lo que la asistencia humanitaria de salud a personas migrantes deber estar integrada con programas de protección judicial y acompañamiento con personal entrenado para este fin, más allá de los recursos y mecanismos instalados en el país. Debe considerarse el proyectar recursos específicos de largo aliento para este fin en frontera, idealmente en estrecha colaboración con redes públicas, organización civil y organismos internacionales expertos en esta temática.

Como red reconocemos que hoy enfrentamos, al menos, tres crisis simultáneas que hacen de la situación nacional una emergencia de excepción: (i) crisis migratoria humanitaria de largo aliento y de profundo alcance que afecta a toda la región incluido Chile, (ii) crisis de pandemia por COVID- 19 que ha exigido el extraordinario despliegue de nuestro sistema de salud y de nuestros valientes profesionales y técnicos de salud, y (iii) crisis socio-política en Chile que sigue vigente desde el estallido social. Todo esto provoca reacciones intensas de miedo y angustia, desesperanza y frustración, odio y rechazo, las que a su vez provocan acciones de discriminación, lamentables actos de violencia, y medidas de política pública reactivas y de corto plazo. Con lo anterior, y a partir de la evidencia disponible a nivel internacional y de experiencias en este tema, como red proponemos desarrollar y/o fortalecer con urgencia las siguientes acciones de salud:

1. Hacia una atención de salud integral y de largo plazo en frontera. Se recomienda crear y desplegar programas integrales de protección de la salud, atención de salud y acompañamiento a personas migrantes que están residiendo de manera accidental y desprotegida en la frontera, con adecuado financiamiento de emergencia socio-sanitaria, comprendiendo el recorrido que han hecho para llegar a ella y los riesgos en salud que se deben prevenir por medio de la oportunidad de acceso a la atención de salud. En este sentido, de especial urgencia son los siguientes casos:

a. Mujeres de cualquier edad, con énfasis en el cuidado de migrantes gestantes, en proceso de lactancia, en vulnerabilidad social y en cualquier riesgo de abuso de su dignidad y derechos.
b. Niños, niñas y adolescentes migrantes, en especial aquellos con alguna condición de salud física o emocional, en favor del bien superior de la infancia y el efectivo cumplimiento de acuerdos internacionales a los que Chile ha adscrito en esta materia.
c. Personas con condiciones crónicas de cualquier tipo y que requieran de una efectiva continuidad del cuidado de la salud, con enfoque de riesgo y de equidad social para migrantes con enfermedades en frontera.

2. La urgente consideración de niños, niñas y adolescentes (NNA) no acompañados en frontera. Si bien el fenómeno de NNA no acompañados es frecuente en otros países de la región, en Chile se requiere de su reconocimiento formal y explícito. NNA no acompañados sufren de mayores riesgos de abuso, violencia, enfermedades y trauma. La experiencia de migración de NNA no acompañados es excepcionalmente compleja y requiere de manera urgente de personal de salud, psicosocial y judicial entrenado, así como también de programas de largo aliento y recursos especialmente dispuestos para este fin en nuestra frontera norte.

3. Vacunación para todos y todas en Chile. Replicando el llamado de Naciones Unidas a todos los países del mundo: “Los Estados tienen la obligación de vacunar a la población migrante, regular e irregular, en iguales condiciones de trato que los nacionales, sin discriminación.”

4. Aumentar recursos y desplegar más capacidades de salud en frontera. Es fundamental aumentar el equipamiento y recursos humanos y financieros con urgencia y en forma permanente, más allá de la actual pandemia, en la frontera norte de nuestro país. No existe forma alguna de establecer un enfoque de derechos, de salud pública y de protección a la vida de personas migrantes en Chile si no se dispone de más personal, más recursos y más esfuerzos por crear soluciones para estas personas desde la frontera.

5. Sistematización de experiencias y aprendizajes de salud de migrantes en frontera. Sistematizar de manera formal y estructurada los éxitos y aprendizajes de esta compleja y desafiante experiencia de crisis humanitaria en nuestra frontera norte, podría ser de extraordinaria importancia para el mejoramiento de acciones y el desarrollo de programas, normativas y protocolos que se dispongan en frontera. Además, serviría para apoyar y fortalecer el plan de acción de la política de salud de migrantes internacionales de Chile, que se encuentra en fase final de elaboración.

6. Registro y monitoreo de salud de migrantes en frontera con enfoque de equidad y de derechos. Es esencial mantener un registro y monitoreo de estas poblaciones migrantes con enfoque de derecho y de confidencialidad de la información desde el sistema de salud, para mejorar la inteligencia en salud pública en estas poblaciones que residen en nuestro país y que han llegado al territorio en contexto de crisis humanitaria y de pandemia.

7. Trabajo en red por medio de programas formales de largo aliento en Chile en esta temática. El trabajo en red articulado y de largo plazo reporta mejores resultados de salud que esfuerzos aislados y de carácter ocasional. Por ello, proponemos el general un programa de acompañamiento intersectorial a personas y familias migrantes que hoy están ingresando al país y que comience en frontera, superando la barrera de tiempo de la cuarentena. De esta manera se podrá asegurar la inserción en ciudad de destino de estas personas, la reunificación familiar y el acceso a protección social a largo plazo.

8. Apoyo de sociedad académica y universitaria. Se está trabajando en forma cooperativa hoy en frontera desde instituciones públicas, organismos internacionales y organizaciones civiles. Pero existe la oportunidad de más y mejor trabajo en red. Chile puede contar hoy por ejemplo con el apoyo de sociedad civil, incluyendo el cuerpo académico dedicado a la temática de salud y migración, docentes universitarios de profesiones de la salud y afines, y alumnos voluntarios, entre otros.

9. Cooperación internacional con miras a una salud de todos y todas en la región. Desde un enfoque de salud global, democracia y paz, el trabajo sostenido de cooperación internacional entre países donde se enfrentan crisis de frontera es crítico. La ausencia de diálogo y búsqueda conjunta de soluciones para la regularización de personas migrantes en fronteras comunes tiene efectos catastróficos en la vida y salud de estas personas. Proponemos el fortalecer el diálogo entre países vinculados a la crisis de frontera que hoy enfrentamos, en la certeza de que este es un fenómeno que será duradero y persistente en nuestra región y en nuestro país.

Finalmente, invitamos a la autoridad sanitaria, a equipos de salud y psicosociales y a organismos internacionales que están hoy trabajando en la crisis de la frontera norte de Chile a involucrar a investigadores de salud y migración a aportar con su experiencia en esta crisis, que debemos enfrentar en forma conjunta y con profundo sentido de cooperación, por el bien común de la vida y salud de seres humanos que hoy están en juego en nuestra frontera.

RECHISAM*

Conócenos en www.saludinmigrantes.cl

Contactos a rechisam.contacto@gmail.com

* La Red Chilena de Investigadores en Salud y Migración, RECHISAM, es una red de colaboración entre personas investigadoras y profesionales que se dedican a estudiar en temáticas de salud de migrantes, refugiados y personas en movilidad. Busca desarrollar un trabajo sostenido en el tiempo con el propósito común de intercambio de conocimiento, cooperación científica y profesional. También busca la transferencia de la investigación y experiencias basadas en evidencia en salud de migrantes a acciones concretas de diverso tipo, con foco en la equidad social y cultural en salud.

12 de febrero del 2021

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