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Sonoridades poéticas comunes: artistas chilenos y brasileños. Por Paquita Rivera y Alex Ibarra

Son buenos puntos de arranques la literatura y la música para dar cuenta del tránsito cultural entre estos dos países que, a veces, parecen tan lejanos. Sin embargo, la voluntad compartida por sus artistas a mantenido una relación constante en el tiempo que rompe con esa sensación de alejamiento. En tiempos de globalización el tránsito de ciudadanos chilenos a las praia brasileñas ha aumentado y las visitas de los brasileños a la cordillera y al desierto de Atacama también se hizo frecuente. En este contexto vale la pena recordar algunos de los vínculos que han desarrollado nuestros artistas colaborando en la construcción de un espacio compartido. Varios intelectuales chilenos, desde la crítica literaria han estado testimoniando aquello, entre ellos, Ana Pizarro, José de la Fuente, Abraham Quezada, por nombrar a algunos. Ellos nos han ayudado a establecer algunos hitos relevantes que recordaremos aquí.

Pablo Neruda y Gabriela Mistral, ampliamente conocidos en las letras castellanas, también alcanzaron reconocimiento en territorio brasileño, para ambos fue significativa la experiencia que tuvieron en este país. Por otra parte, la música es otra de las fuentes de relación, por ejemplo el reconocimiento a la creación de Violeta Parra y la influencia musical brasileña en nuestro medio, en compositores como Luis Advis y en el cantautor Joe Vasconcelos.

Pablo Neruda en el “Canto General” otorga varias imágenes y referencia a Brasil, como bien lo ha expuesto Abraham Quezada, recordándonos, por ejemplo, el poema “Amazonas” en donde el nobel lo nombra como “la capital de las sílabas del agua”. También, está el poema “Brasil” que en su estilo de poesía social expresa: “Río de Janeiro/cuando/alguna vez/para todos tus hijos/no sólo para algunos/de tu sonrisa, espuma/de náyade morena/entonces/yo seré tu poeta/llegaré con mi lira/a cantar en tu aroma/y dormiré en tu cinta de platino/en tu arena/incomparable/en la frescura azul del abanico/que abrirás en mi sueño/como las alas de una/gigantesca mariposa marina”. Esta obra de Neruda es ampliamente admirada en Brasil y aparece reconocida en la producción literaria de Vinicius de Moraes sobre todo en su “História natural de Pablo Neruda”. ¿Qué latinoamericano lector no ha tenido en sus manos el Canto General o los Veinte Poemas de Amor y Una Canción Desesperada que tan bellamente musicalizó Víctor Heredia?

Gabriela Mistral vivió como Cónsul en Brasil, en las ciudades de Niteroi y Petrópolis entre 1940-1945. Este país le fue de dulce y agraz, es aquí donde recibe la noticia sobre el otorgamiento del Premio Nobel, pero también es aquí donde se suicida Yin Yin. En algunos de sus textos señaló que nuestra supuesta diferencia de la lengua no era tan abismante resaltando su familiaridad sonora y semántica. No hemos podido dar con el dato cierto sobre la existencia de la musicalización de sus rondas o la utilización de algún poema en compositores brasileños de su época, cuestión que sí hicieron importantes compositores chilenos como Pedro Humberto Allende, Alfonso Leng, europeos como Kurt Phalen, americanos como Alberto Ginastera.

Entre los compositores chilenos, tal vez haya sido Luis Advis quien dedicó obras más explícitas al Brasil, las cuales han sido interpretadas por el grupo Napalé. Entre los músicos populares, más conocidos para nosotros, son el grupo Agua quien más ha evidenciado su incorporación sonora, dada su estancia en ese país, en donde desarrollaron un trabajo común con Milton Nascimento que se encuentra registrada en “Caldera” y en la participación de la grabación de “Gerais” (1976). Sin duda, lo más conocido de la música chilena en Brasil es la obra de Violeta Parra, existiendo una hermosa versión de “Volver a los 17” realizada por Nascimento y Mercedes Sosa, en la cual también participaron integrantes del grupo Agua, como Óscar “ratón” Pérez. Existe otra versión de esta canción en la que participan los mencionados Sosa y Nascimento, junto con Chico Buarque, Gal Costa y Caetano Veloso.

Actualmente en Chile, son reconocidas las producciones, que dialogan especialmente con influencias sonoras del Brasil, las de Joe Vasconcelos, que por suerte ha sido bien difundida en los medios de comunicación, y las creaciones de Marcela Rojas, lamentablemente menos conocidas, en el proyecto “la Marce tribu” junto con Ratón Pérez. Mención aparte merece la difusión de la música brasileña que Zeca Barreto ha hecho, principalmente desde el Mesón Nerudiano, espacio que también ha recibido a la cantautora Flavia Bittencourt, y las colaboraciones del saxofonista Evilazio Paiva de Andrade con distintos músicos chilenos. Por otra parte, ha sido un trabajo sostenido el que realizan espacios radiales universitarios que difunden específicamente la música del Brasil y el intercambio académico que permite reconocer como aportes las investigaciones del filósofo Ronie Teles de Silveira que nos ha compartido un par de trabajos importantes “O Carnaval e a Filosofía” y “Caetano e a filosofía”.

Paquita Rivera.
Alex Ibarra Peña.
Colectivo de Música y poesía:
“desde la reflexión al sonido que palpita”.

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