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Una lección importante de la elección que finaliza. Por Luis Osorio

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Aun cuando todavía hay resultados pendientes e importantes por definir, pero lo más probable es que cuando se lea este artículo, las placas tectónicas ya habrán tenido un movimiento seguido a la calma y la reflexión, lo claro es un desplazamiento de quienes han tenido responsabilidades en los hechos articulados por largos años, y que llevaron al país a una situación de máxima desigualdad.

Se ha desplazado a los autores directos de la Constitución del 80, y faltando un dato del cual no dispongo por el momento, sobre el porcentaje de electores que concurrieron a votar, de todos modos, ya está instalado el comienzo de un futuro.

La tendencia de la visión de los jóvenes y de aquellos sectores que por años han insistido en cambios profundos, pero escasamente fueron tomados en cuenta en la insistencia de finalizar con la Constitución escrita en dictadura, hoy se ha conquistado un espacio mayor.

Se viene un tiempo de mucho trabajo y también desafíos de importancia que irán en paralelo con lo constitucional, hay temas que la Nueva Constitución tal vez nunca lo podrán abordar, porque siempre se trata de un texto que no se puede explayar tanto, sino más que nada se levanta como un eje orientador de convivencia en todo sentido.

Por tanto, será de importancia desde los territorios y las regiones, trabajar en lo evidente de aspectos que la Constitución nunca los podrá detallar, más allá que el dejar abiertas puertas que se cerraron en un momento, y nunca se intentaron pasar. Era una práctica de gobiernos que transcurrían alrededor de una zona de confort.

Los temas prioritarios, se deben comenzar a construir desde ya, no en programas, sino que a un plazo mayor como lo es la necesidad imperiosa del pensar en una sociedad diferente, y eso demanda la elaboración de un proyecto de sociedad de gran envergadura.

Cuando la postergación ha sido extrema, la urgencia es mucho mayor, porque las generaciones más nuevas y de futuro, no merecen los efectos de malas herencias y malas políticas del pasado.

Es necesario, erradicar esa elección por el mal menor y que cada uno asuma sus responsabilidades pasadas, de cara a la nación.

Tal vez, falta un pequeño paso para ya estar de lleno en la redacción de la Nueva Constitución, pero no falta nada para imaginar esos sueños que en algún momento fueron coartados, por un modelo impuesto desde la violencia extrema utilizada por un sector político, que es totalmente identificable.

Se ha llegado a una gran encrucijada, tal vez ni siquiera imaginada, y es que a menudo se venía repitiendo ese discurso recurrente, de la unidad para que no salga elegida la derecha. El inicio de los cambios, trae esa observación interesante de un momento en que ya no se trata de que pueda salir elegida la derecha, lo cual casi nunca era un fenómeno manifiesto y tal vez se esgrimía como imposible.

Como aún hay cuestiones en desarrollo representado por la segunda vuelta de gobernadores, habrá que estar atentos a la reversibilidad del discurso y la actitud, de sí se mantiene esa premisa que ya no tiene vigencia del “para que no salga la derecha”, o se recurre a ésta, como posibilidad de alianza para alcanzar un cargo de representación. Esto determina una actitud clara, de todo un sector que, sobre el particular, debe poner atención y actuar en conciencia, de tal manera que no lleve a caer en contradicciones. El panorama es bastante claro, y las miradas de todas maneras estarán atentas a los nuevos acontecimientos que están empezando.

Una lección de las elecciones, debería ser el abrirse a darle pasó a los cambios y a generaciones más jóvenes, por sobre quienes ya han tenido bastante tiempo ejerciendo una política que ya debería dar vuelta la hoja, también en estos ámbitos hay que propagar la entrega de oportunidades.

16 de mayo de 2021

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