En kioscos: Abril 2024
Suscripción Comprar
es | fr | en | +
Accéder au menu

Un emblema nacional maltratado por la historia

En Turkmenistán, la diplomacia a caballo

Por impulso del presidente de Turkmenistán, el Akhal-Teke, o caballo turcomano, pasó al centro de la escena nacional. En un país que se independizó en 1991 tras la disolución de la URSS y que mantiene un vínculo tenso con Moscú, el Akhal-Teke funciona como símbolo de unidad nacional y, a la vez, fortalece la autoridad presidencial.

El 28 de abril de 2013 siete jinetes salen a las pistas del hipódromo de Asjabad, la capital de Turkmenistán. Entre ellos, un cierto Gurbanguly Berdimuhamedow. El jockey, más ágil que sus camaradas, es el presidente de la república de Asia Central famosa por sus reservas de gas natural, su llamativo urbanismo y su régimen ultra autoritario. Vencedor de la competición, el jefe de Estado ¡ve cómo su montura sobre la que cabalga se cae apenas después de cruzar la meta!

El último domingo de abril de cada año, la fiesta del caballo turkmeno, deseada e instituida por Berdimuhamedow, celebra al Akhal-Teke, o caballo turcomano, un animal longilíneo de crin escasa y pelo fino, dotado de un cuello largo y una cabeza pequeña. Gran orgullo del pueblo turkmeno, es conocido en el mundo entero por su velocidad y sobre todo por su excepcional resistencia, que le permitiría recorrer hasta mil kilómetros en menos de una semana. El último fin de semana de abril de cada año un público de conocedores locales y extranjeros se congrega para admirar el concurso de belleza y seguir las carreras. Aislado hasta el extremo en el escenario internacional, este país de muy difícil acceso se entreabre durante algunos días...

Artículo completo: 280 palabras.

Texto completo en la edición impresa del mes de noviembre 2017
en venta en quioscos y en versión digital
E-mail: edicion.chile@lemondediplomatique.cl

Adquiera los periódicos y libros digitales en:
www.editorialauncreemos.cl

David Garcia

Periodista. Autor del libro Le Pays où Bouygues est roi, Danger public, 2006.

Compartir este artículo