La derecha levanta su propia barricada

Aunque en La Moneda se esfuerzan por asegurar que pasada la primera mitad del mandato presidencial comienza la hora de cosechar, lo cierto es que las tensiones en los partidos que dan sustento al gobierno y su agenda cada vez más rígida sólo auguran más problemas en el llamado “segundo tiempo”. Ello sin contar el inicio del ciclo electoral y las movilizaciones sociales que siguen en las calles.

En el gobierno y la derecha hay un cálculo de largo plazo que arroja como resultado una alta posibilidad de derrota electoral en las elecciones del 2013 y su “desalojo” de La Moneda. Ello ha precipitado decisiones –a veces incluso a costa de conflictos internos- que aseguren el “voto duro” de la derecha y con eso mantener el empate en el sistema político, al mismo tiempo de no ceder a reformas económicas de profundidad.

Luego de más de seis semanas de alta conflictividad en la región austral de Aysén, el gobierno seguía aferrado a su opción represiva, invocó la Ley de Seguridad del Estado contra 22 personas y continuaba reforzando las tropas de Fuerzas Especiales de Carabineros. No le importó siquiera que en la segunda vuelta electoral de enero de 2010, Sebastián Piñera haya obtenido el 58,5 por ciento de los votos en Aysén, la segunda región de Chile donde obtuvo más respaldo a su opción presidencial, solo superada por la nortina región de Tarapacá. El acuerdo transversal del gobierno y sus partidos tuvo como base que el movimiento social de Aysén no podía aparecer como victorioso luego de semanas de marchas y barricadas...