Luego del rechazo que el gobierno de Michelle Bachelet, bajo la figura del Comité de Ministros, propinara al estudio de impacto ambiental del proyecto HidroAysén, varias teorías se han fraguado. Desde distintas miradas, se ha intentado predecir el futuro y, dependiendo de lo que de tal escrutinio resulte, lamentarse o celebrar.
La posibilidad de que los secretarios de Estado hayan tomado una decisión no lo suficientemente apegada a la legalidad, para así fracasar en un eventual litigio en tribunales ambientales, en la Corte Suprema u otra instancia superior, ha sido puesta sobre la mesa. La idea sería que, luego del supuesto bochorno, tener legitimidad para declarar “hicimos todo lo posible, pero la justicia dijo lo contrario”.
En la vereda opuesta, más confiados, deambulan quienes consideran que luego de la resolución gubernamental estaría todo dicho. Que se acabó la movilización y ahora a vivir de los recuerdos de una bonita lucha ciudadana que concluyó con un épico portazo a los embalses de Colbún y Endesa...
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