¿La nueva forma de gobernar?

Aunque los separan 11.657 kilómetros las semejanzas entre Sebastián Piñera y Nicolás Sarkozy son notables. Ambos aplican una política de derecha pragmática, sorprendiendo muchas veces no sólo a sus adversarios sino también a sus propios aliados. Sarkozy y Piñera se caracterizan por una ambición desmedida, un estilo demagógico, neopopulista, que los hace estar omnipresentes en los medios de comunicación, especialmente la televisión.

Nicolas Sarkozy acaba de cumplir tres años a la cabeza del gobierno de Francia, mientras que Sebastián Piñera recién cumple tres meses este 11 de junio, pero ya, desde antes de ser elegido, imitaba el estilo Sarkozy, baste señalar la propuesta de integrar a su gabinete ministerial, y a otros puestos de gobierno, a algunos dirigentes del campo político adverso. El objetivo es aparecer como un gobernante amplio, sin sectarismos, rompiendo fronteras políticas, con gobiernos de “unidad nacional”, claro que en esta cooptación quienes asumen los puestos aplican la política del gobierno -y no la de ellos- aunque algunos, tanto en Francia como en Chile, tampoco tenían políticas tan distintas, lo que les ha facilitado cambiar de bando, pero en ningún caso se trata de gobiernos de “unidad nacional”.

Ambos presidentes se caracterizan también por hablar y actuar precipitadamente. Apenas se produce una situación mediática, en especial si tiene relación con la delincuencia, intervienen en el acto con declaraciones tanto de apoyo a las víctimas como anunciando nuevas y siempre duras medidas contra la delincuencia, las que después no se concretan, pero lo que les importa es ser percibidos respondiendo con rapidez, en medio de la emoción, aunque no tenga consecuencias reales. El objetivo es aparecer como “cercanos a la gente y sus problemas”, sobreexponiéndose mediáticamente. Ambos mandatarios, más que entregar sus propias opiniones, adecuan sus discursos a lo que la gente quiere escuchar, gobernando a punta de sondeos.

También actúan con arrogancia, insistiendo en que con ellos todo cambiará radicalmente. Recordemos que a las pocas horas del terremoto del 27 de febrero, Sebastián Piñera (...)