En kioscos: Abril 2024
Suscripción Comprar
es | fr | en | +
Accéder au menu

Fragmentación–cohesión territorial: maritorio y la transición al nuevo orden político territorial nacional/plurinacional. Por Federico Arenas Vásquez y José Orellana Yáñez

La deliberación de la Convención Constitucional está permitiendo una mirada geográfica y geopolítica profunda del Estado en su condición de forma (qué decir del sistema político). Estado Regional Autónomo, es una de las ‘nociones-conceptos’ que se encuentra en debate y que se enmarcaría en el proceso descentralizador en marcha[i]. Maritorio, es otro que se ancla al primero, destacándose por su tratamiento y oportunidad de instalación en el debate constitucional. La idea de maritorio no es nueva, se viene planteando desde el ámbito académico desde la década de los 70’[ii], problematizándose con los años, a propósito de hacer más inteligible la conexión entre las personas y sociedades con su espacio, a propósito de las aguas interiores del país, vía canales australes, fiordos, islas, archipiélagos y costas, que se encuentran, en lo que se viene a denominar erróneamente… Borde Costero[iii], en lugar de Zona Costera.

Desde la teoría geográfica, se podría indicar que este concepto es uno más de la nomenclatura utilizada para describir más específicamente la amplia realidad que permite la idea/hecho de espacio geográfico. El espacio geográfico entendido como una producción/producto del dinamismo y heterogeneidad sistemática entre personas organizadas o no, con sus entornos físicos o humano/culturales, necesariamente analizable desde las escalas geográficas diversas, bajo un sistema económico capitalista como el actual, no sólo se traduce en el territorio terrestre, sino que también en un territorio marítimo y en un territorio aéreo. Esta descripción clásica, dispuesta, además, en libros de la Defensa Nacional de Chile[iv], abriría la puerta política y analítica a la de ‘maritorio’, como una categoría, que, quizás, describiría de forma más intensa la relación entre las personas organizadas (o no), con los canales y fiordos australes, islas y archipiélagos, más otros cuerpos de agua continentales y los referidos a los de nuestra larga costa chilena, que según se observa en la deliberación de los constituyentes comprometidos, tendría un alcance sobre el mar territorial, zona contigua, zona económica exclusiva, hasta las referidas a las plataformas continentales.

Se ha planteado en otros debates académicos y geopolíticos la necesidad de diferenciar el trabajo analítico de la geopolítica asociada a la continentalidad, es decir, la expresión terrestre del espacio geográfico v/s la referida a la oceanopolítica, más bien preocupada por todos los cuerpos de agua, representados, prioritariamente en los océanos, los que hoy por hoy, son sumamente estratégicos (siempre lo han sido), producto de sus atributos ‘políticos/poder’ con que dotan a los estados nacionales en general, pero, sobre todo, a las grandes potencias y empresas transnacionales, respecto del comercio internacional y los emplazamientos geoestratégicos de ambas expresiones. Además, en tiempos de calentamiento global o cambio climático global (como también se le denomina al aumento de la temperatura en el planeta tierra), se visibilizó todavía más la importancia de los océanos en la configuración de los climas globales y locales que hoy presentan modificaciones en sus dinámicas, no sólo en sus metros sobre el nivel del mar (MSNM) respecto de las masas continentales, que involucran sensibles actividades comerciales, industriales y complejos poblamientos humanos; sino que, también en las dinámicas internas de los mismos (salinidad, corrientes marinas, oxigenación y otras características que les son propias), las que determinan biogeografías acuáticas, costeras y globales al final de su quehacer.

En consecuencia, maritorio, en cuanto categoría de análisis que describiría esta parte del espacio geográfico mencionado, si bien pudiese tener un acento antropológico y otras interpretaciones disciplinares[v], incluida la geográfica y política, estaría revestido de uno geopolítico/oceanopolítico, que transversalmente ha sido recogido de forma positiva por los integrantes de la comisión ‘Forma de Estado’, esto es, desde las derechas a las izquierdas y pueblos originarios. La cuestión es, si es que ello, ¿daría cuenta, en el fondo, de una conciencia de Estado territorial-marítimo clásico, sin perjuicio de las identidades que contendría el mismo?, o dicho de otra manera ¿daría cuenta este concepto, independiente de las miradas identitarias territoriales culturales existentes y diferenciadas … una conciencia de unidad o cohesión identitaria nacional o plurinacional/intercultural, como ya se votó en la comisión de ‘sistema político’?[vi]

Lo cierto es que aún no se delibera en el pleno de la Convención Constituyente esta materia, pero se podría afirmar que de consolidarse, el concepto mismo, debería involucrarse en la Política Nacional Oceánica de Chile (PNOCH), Libros de las Defensa Nacional de Chile, la Política Nacional de Ordenamiento del Territorio (PNOT), cuerpos de leyes diversos (regionales y municipales), ley ambiental y, por defecto, pareciera ser, consolidaría desde una dimensión geopolítico/oceanopolítica una relación espacial de poder, en la unidad que ha caracterizado al Estado chileno y en la necesaria profundización descentralizadora que el mismo precisa en esta transición de orden territorial en la que se encuentra el país[vii].

El concepto de maritorio debe entenderse como parte constituyente del espacio geográfico nacional, para evitar se transforme el mismo, en otra forma de fragmentación territorial, que se sume a las dificultades que nos han llevado a enfrentar la cuestión territorial desde tres políticas distintas y quizás, con tres consejos nacionales: uno, de desarrollo urbano, otro rural y si se toma en serio la PNOT, otro de ordenamiento territorial. Empoderemos a los Gobiernos Regionales y a la Comisión Interministerial de Ciudad, Vivienda y Territorio (COMICIVYT) y seguimos. 

 


[i] Ver en https://opinion.cooperativa.cl/opinion/politica/nuevo-ciclo-politico-una-nueva-geografia-politica-y-geopolitica/2022-01-14/133014.html

[ii] Ver en Reflexiones sobre el concepto de maritorio y su relevancia para los estudios de Chiloé contemporáneo, ver en https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7355427

[iii] Ver en https://www.emol.com/noticias/Nacional/2022/01/17/1044161/maritorio-nueva-constitucion-convencion-constitucional.html

[iv] Ver en https://www.defensa.cl/media/LibroDefensa.pdf

[v] Ver en https://www.elmostrador.cl/cultura/2016/04/10/el-maritorio-chileno-una-franja-ancha-azul-y-profunda-de-3-millones-de-kilometros-cuadros/

[vi] Ver en https://www.chileconvencion.cl/news_cconstitucional/sistema-politico-aprueba-estado-plurinacional-regimen-presidencial-atenuado-y-congreso-unicameral/

[vii] https://www.lemondediplomatique.cl/transicion-del-regimen-politico-interior-de-chile-una-consecuencia-ineludible.html

Federico Arenas Vásquez

Doctor en Ciencias Económicas y Sociales, mención Geografía, Universidad de Ginebra, Suiza. Actualmente, académico del Instituto de Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Chile

José Orellana Yáñez

Doctor en Estudios Americanos Instituto IDEA-USACH, Magister en Ciencia Política de la Universidad de Chile, Geógrafo y Licenciado en Geografía por la PUC de Chile. Académico de la Escuela de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Academia Humanismo Cristiano

Compartir este artículo