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Geografía política, geopolítica, ordenamiento territorial: de la PNOT al PROT. Por Federico Arenas Vásquez y José Orellana Yáñez

La evolución del objeto de estudio de la geografía política, esto es, el espacio geográfico político, tuvo desde sus inicios una preocupación por el Estado en todas sus posibilidades de consolidación y perseverancia, a propósito de ser una cobertura que permitía la vida de las personas organizadas política, económica y culturalmente (entre otras), sobre un territorio. Diversas teorías se formalizaron para tales propósitos, desde las orgánicas hasta las funcionales, pasando por las críticas, siendo el factor nacional un rasgo estratégico para su consolidación, centralización y mirada crítica. Paralelamente, emergen las interpretaciones geopolíticas del mismo (relación disciplinar vigente), replicando esos enfoques analíticos, agregando otros para el fortalecimiento y centralidad de la idea de Estado, siendo la teoría de la Seguridad Nacional, una de las más importantes para disponerse fundamentalmente en la escala internacional y nacional, pero también, intra-nacional.

¿Es la división política interior del Estado una expresión geográfico-política y geopolítica? y con ello, ¿es el ordenamiento territorial una política pública que puede ser concebida en clave geográfico-política o geopolítica?... ¿los instrumentos de planificación territorial son una expresión geográfico-política o geopolítica?, en específico ¿la Política Nacional de Ordenamiento Territorial (PNOT), como el Plan Regional de Ordenamiento Territorial (PROT), son instrumentos geográfico-político o geopolítico?... en todos los casos, ambos enfoques son útiles para entenderlos y diseñarlos, cuestión que comporta, además, relaciones espaciales de poder, objeto de estudio, también de la ciencia política, en cuanto existen actores políticos institucionales y no institucionales, que se encuentran interactuando en el modelamiento de estas relaciones (sistema político y de partidos, sociedad civil, entre otros).

Se suman, la Estrategia Regional de Desarrollo, los planes reguladores intercomunales y comunales, siendo el último, pieza clave, por lo menos desde lo teórico e institucional, para el logro del desarrollo local. Cada uno de ellos son objeto de estudio de las tres disciplinas consignadas (o debiesen serlo), encontrando en las relaciones espaciales de poder su acercamiento analítico. En esta oportunidad interesa visibilizar la PNOT y el PROT. Ambos, formalizan y orientan las relaciones espaciales de poder de los diferentes actores emplazados en las diversas escalas geográficas (o ello se espera), siendo importantes para lograr la estabilidad-gobernabilidad-gobernanza socio-político-espacial en la temporalidad del Estado Nacional.

La PNOT entrega las orientaciones globales de cómo avanzar en Ordenamiento Territorial Nacional influyendo en las diferentes escalas geográficas (e inter-escalaridad) y en sus particularidades territoriales. La PNOT, avanza en una institucionalidad integrada y transversal que monitorea el comportamiento de esta regulación espacial, en específico “que se constituya como articuladora de políticas, planes e instrumentos, con la capacidad de conducir y coordinar las iniciativas con incidencia territorial, multiplicando las oportunidades de los habitantes y mejorando su calidad de vida. También busca la construcción de un territorio armónico, integrado, seguro y comprensivo de la diversa y amplia geografía de nuestro país, expresando sus potenciales y propiciando la dinamización de sus riquezas económicas, ambientales, sociales y culturales. En definitiva, la PNOT impulsa un proceso de desarrollo sustentable, integrando las dimensiones social, económica y ambiental, con identidad territorial[i]” todo ello en el esquema que ofrece la ley de fortalecimiento de la regionalización.

Mientras el PROT, junto con la Estrategia Regional de Desarrollo, orientan en esta escala el desarrollo integral y un ordenamiento más armónico del territorio regional, teniendo como singularidad una preocupación por el sistema urbano y por el espacio rural, en específico, el PROT es “…un instrumento que orienta la utilización del territorio de la región para lograr su desarrollo sustentable a través de lineamientos estratégicos y una macro zonificación de dicho territorio.” (Art. 17 Ley sobre Gobierno y Administración Regional). “El PROT, sus regulaciones, alcance y relación con otros instrumentos de planificación territorial se entienden comprendidos y como parte del Sistema Regional de Planificación (SRP) que se ha ido consolidando al interior de los gobiernos regionales, del que también forman parte: la Estrategia Regional de Desarrollo, como instrumento rector del desarrollo de la región; las políticas públicas regionales y, el Programa Público de Inversión Regional. En este sistema de planificación, el PROT corresponde a la imagen espacial de la Estrategia Regional de Desarrollo[ii]”.

Ambos instrumentos se entienden enmarcados en el proceso de descentralización, caracterizado en otras oportunidades por los autores, como cansino. En perspectiva democrática y gestión de gobierno se busca la gobernabilidad y gobernanza para el logro de desarrollo sustentable en el marco de la Agenda 2030 de objetivos de desarrollo sostenible, formalizados desde el sistema ONU. Así, teóricamente, se avanzaría en fortalecer el derecho a la ciudad y al territorio, sea en un contexto rural, urbano o periurbano, posibilitando el fortalecimiento de la democracia en una clave territorial y sustentable.

A riesgo de redundancia, la PNOT y el PROT, en cuanto instrumentos basales del ordenamiento territorial, comandada por una entidad central nacional la primera (comisión interministerial) y por el gobierno regional el segundo, deberían entenderse como instrumentos que fortalecen al Estado, quizás desde la clásica Seguridad Nacional que lo particularizó, determinando el análisis de la geografía política y geopolítica. Al mismo tiempo, ambos instrumentos relativizan la anterior definición cuando se coloca en el centro a la persona humana, en sus posibilidades de organización como vector de cambio y generador de democracia, haciendo inteligible lo que ya se indicó en otras oportunidades, la transición del régimen político territorial en la que se encuentra el Estado chileno[iii].

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[i] Ver en https://www.bcn.cl/leychile/navegar?i=1162254

[ii] Ver en https://www.descentralizachile.cl/wp-content/uploads/2020/02/El-Plan-Regional-de-Ordenamiento-Territorial.pdf

[iii] Ver en https://www.lemondediplomatique.cl/transicion-del-regimen-politico-territorial-y-su-complementariedad-con-el.html

Federico Arenas Vásquez
Doctor en Ciencias Económicas y Sociales, mención Geografía, Universidad de Ginebra, Suiza. Actualmente, académico del Instituto de Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Chile

José Orellana Yáñez
Doctor en Estudios Americanos Instituto IDEA-USACH, Magister en Ciencia Política de la Universidad de Chile, Geógrafo y Licenciado en Geografía por la PUC de Chile. Académico de la Escuela de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Academia Humanismo Cristiano

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