En Salt Lake City, un día de septiembre de los años ’50, The Daily Herald publicaba un artículo sobre la profecía de Marian Keech: la ciudad, así como otros lugares de Estados Unidos, serían destruidos por un maremoto, pero los creyentes serían salvados por extraterrestres que llegarían en platos voladores del planeta Clarion.
El fin del mundo estaba previsto para el 21 de diciembre siguiente. Esta espera milenarista tuvo la particularidad de ser estudiada por un equipo de psicólogos sociales que pretendían, a partir de una observación contemporánea de la Guerra Fría, explicar los mecanismos universales de la profecía desde el cristianismo hasta nuestros días.
La espera fue en vano y los discípulos le encontraron buenas razones al fracaso de la profecía. Los observadores identificaron las mismas reacciones que las que se producían en las antiguas sectas milenaristas que carecían de información suficiente...
Texto completo en la edición impresa del mes de mayo 2009
en venta en quioscos y en versión digital
E-mail: edicion.chile@lemondediplomatique.cl
Adquiera los periódicos y libros digitales en:
www.editorialauncreemos.cl