El tratado que Piñera quiere dejar amarrado

“A puertas cerradas se decide nuestro porvenir y en cuatro paredes van dictando lo que llaman devenir”, dice la compositora y cantante Ana Tijoux en la canción “No al TPP”, publicada hace algunas semanas. El lanzamiento del disco de la autora considerada la mejor letrista de América Latina coincidió con la última cumbre de la APEC, que esta vez reunió a las principales economías del Pacífico en las islas indonesias de Bali. Las negociaciones del Tratado Trans-Pacífico (TPP) fueron tan secretas como las doce reuniones previas realizadas en distintos puntos del planeta.

La canción “No al TTP” y la acción de un puñado de activistas intenta alertar sobre una negociación secreta que el gobierno chileno se ha esforzado -como explícitamente lo han dicho funcionarios de la Cancillería- por cerrar antes de que termine este año. La iniciativa es de doce países que forman parte de la APEC que, de resultar, podría transformarse en el mayor megamercado para el libre comercio, la libre circulación de capitales y, de paso, en el establecimiento de leoninas condiciones para las patentes farmacéuticas, los derechos de autor y la circulación de contenidos de internet...