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Hace 50 años: “El Gambito”

La primera maniobra para evitar la presidencia de Salvador Allende

Los pronósticos para la elección presidencial de 1970 favorecen a Alessandri o Allende; algo menos a Tomic. Lo seguro es que ninguno de los tres obtendrá la mayoría absoluta. Se aplicará entonces, por cuarta vez, el mecanismo que delega al Congreso Pleno la elección entre los dos primeros. En este escenario, Alessandri tiene escasas posibilidades, aunque llegue primero. En cambio, Allende y Tomic podrían llegar a la presidencia, aun siendo segundos.

La “segunda vuelta” entre 150 diputados y 50 senadores operó por primera vez en 1946 entre Eduardo Cruz-Coke (29,8%) y Gabriel González Videla (40,2%), quien es electo con los votos de radicales, comunistas, democráticos y algunos socialistas, pero el primero es apoyado por 46 conservadores que intentan obtener el apoyo liberal, sin éxito. En 1952, el Congreso escoge entre Arturo Matte (27,8%) y Carlos Ibáñez (46,8%), este es confirmado ampliamente, pero 12 parlamentarios de derecha votan por Matte y otros 48 votan blanco o no concurren. Y en 1958, elige entre Salvador Allende (28,9%) y Jorge Alessandri (31,6%), quien obtiene la mayoría, pero los 26 parlamentarios del FRAP votan por Allende y buscan el apoyo en la DC y en el PR: consiguen 14 votos blancos y 5 ausencias. En resumen, tres veces el Congreso confirma al primero, pero también tres veces el segundo obtiene un número significativo de votos.

En 1970, sobre 200 congresistas, la izquierda cuenta con 80; la DC con 75 y la derecha con solo 45. Buena parte de la derecha cree en la victoria de Alessandri, pero por poco. Y su apoyo minoritario en el Congreso hace su elección improbable. En efecto, para alcanzar la mayoría “don Jorge” necesitaría, al menos, el voto de 56 de los 75 parlamentarios DC. Lo que es muy difícil: la mayoría de la base de la DC, e incluso de su dirigencia, objetan un entendimiento con la derecha.

Si Alessandri es primero y Tomic segundo, es altamente probable que la DC y la UP elijan a este último; bastaría con la abstención de la UP. Si el segundo es Allende, este sería presidente con la abstención de la DC, o el voto de 20 de sus congresistas. Lo que es posible: varios parlamentarios de la DC manifiestan simpatías por Allende. La revista Ercilla pronostica que la izquierda votará por Tomic si es segundo y la DC podría hacerlo por Allende (1).

¿Un DC apoyado por la derecha?
Para evitar esta “segunda vuelta”, la corriente derechista de la DC hace varios intentos por remplazar a Tomic por un candidato que agrade a la derecha, y así obtener su apoyo. José Musalem, por ejemplo, afirma que “muchos, hubiéramos apostado por otra carta” y recuerda cómo un grupo de militantes del tercer distrito intenta convencer a Leighton. Otros dirigentes oficialistas pretenden sustituir a Tomic, primero a través de una terna compuesta por Tomic, Hamilton y Carmona, y luego por Leighton (2). También mencionan a Hamilton, Gabriel Valdés, Aylwin y Pérez Zújovic (3). Poco después del asesinato de este último en junio 1971, El Mercurio recuerda que pudo ser candidato de unidad “evitando la dispersión de fuerzas”, lo que no se produjo “por incomprensiones en el PDC”.

El propio Alessandri hace gestiones. El intendente de Coquimbo durante el gobierno de Frei, Eduardo Sepúlveda, recuerda que Pérez Zújovic le relata, el verano 1971, que Alessandri le había manifestado “su preocupación” por la candidatura Tomic y le propone: “consiga usted que la DC lo designe su candidato presidencial y yo renuncio inmediatamente”. Responde que no ha sido postulado por su partido (4). También “don Jorge” hace saber a Leighton que se retiraría si él aceptara ser candidato. Este no acepta, y comenta: “A dos bandas, conmigo de candidato DC y del PN, tal vez habría ganado Allende” (5). Bernardo Leighton comprende que las realidades sociales hacen imposible reeditar en 1970 el bloque DC-derecha de 1964. La mayoría del electorado DC aspira a profundizar las reformas resistidas por la derecha y no aceptaría una alianza con ella. Si Tomic fuese desplazado por un DC derechista, la escisión de la DC sería inevitable y una buena parte de su electorado votaría por Allende. Esta corriente de fondo quedará demostrada con el resultado de la elección municipal de abril 1971 cuando la UP obtiene 50,2%. Por eso, las maniobras no se concretan y los tres candidatos llegan hasta el final

Aunque sea por un voto
Por su parte, el alessandrismo lanza una intensa campaña para declarar presidente al que llegue primero. En su intervención en la emisión Decisión 70 de TVN, el 14 de junio, Alessandri decreta que: “en Chile se puede elegir sólo aquel que ha obtenido la primera mayoría relativa”, y el 24 de julio llama a reconocer la primera mayoría “aunque sea por un voto” para concluir: “acepto desde ya que se proclame al candidato que obtenga la primera mayoría en las urnas”. Julio Durán y Onofre Jarpa repiten lo mismo (6).

En junio está en marcha la campaña del terror llamada Phase 1 organizada por el embajador Edward Korry y por el jefe de la CIA en Chile Henry Hecksher, dotada de USD 125 mil. Ese mes el embajador añade la Phase 2: estudiar el soborno a parlamentarios para que voten por Alessandri en el Congreso; el día 18 solicita al Comité 40 un fondo “sucio” de USD 250 mil para financiarlo (7).

La “operación corrupción” es evaluada el 23 de agosto, por el jefe interino de la División del hemisferio occidental de la Dirección de Operaciones de la CIA, cuyo nombre permanece oculto. Afirma que en Chile “existe un amplio precedente para la compra de favores del Congreso”, por lo que, en caso de segunda vuelta, “los votos del Congreso estarán disponibles para la venta en cantidades suficientes para inclinar la balanza”, por un costo de medio millón de dólares, estima. Pero “no hemos podido plantear este problema a chilenos informados, lo que representa un punto débil”. Sin embargo, el Comité 40 la desaprueba ya que implica alto riesgo de “exposición” para Estados Unidos.

Este informe menciona siete chilenos que trabajan para la CIA, cuyos nombres permanecen not declassified. Uno para “buscar consejo”; otro como “nuestro instrumento” para llevar adelante la Phase 1 y 2; el tercero, una relación de larga data con Alessandri y Frei, “para estar al tanto de sus pensamientos” e “inyectar consejos y ofertas de apoyo” para “manipular el voto en el Congreso”; un cuarto informa sobre los militares; el quinto informa sobre las relaciones de Alessandri con los radicales; el sexto comunica las ayudas financieras para producir deserciones en los radicales; el séptimo desempeña un “papel fundamental” en la propaganda y podrá sugerir como orientarla (8).

El Gambito
Ante el fracaso de las maniobras para “bajar” la candidatura Tomic y el poco efecto de la campaña “gana el primero”, el principal problema para Frei, sus próximos y Korry, es ¿cómo evitar que los parlamentarios DC voten por Allende? La respuesta es una intricada maniobra: estos votan por Alessandri en el Congreso, quien es electo y renuncia inmediatamente, lo que provoca una nueva elección donde Frei podría ser candidato con el apoyo de la derecha. Será conocida como el Gambito (9).

El 22 de junio, Korry envía un reporte al secretario de Estado adjunto John Crimmins. Le informa que la noche anterior tuvo una cena privada con Frei donde plantea que, si Alessandri gana por menos de 5%, no será presidente. Frei asiente y añade que “nada, excepto la providencia, podría alterar la inevitabilidad de que el segundo, Allende o Tomic, sea electo presidente si el margen fuese inferior a 5%”; Frei “solo vio la luz del día en el rango de 6% a 7%”. Poco antes –relata Korry–, había cenado con asesores de Tomic, quienes, si gana Allende, intentarán ingresar a su gobierno, y no disimulan que votarán por él en el Congreso, si llega segundo.

Frei, igual que él, piensa que la elección de Allende significaría la imposición, en dos o tres años, de un gobierno “no significativamente diferente a los de los países de Europa Oriental”. Su opinión privada sobre su Ejército “es más amarga que la nuestra”, comenta el embajador, “dice que no sólo son extraordinariamente ignorantes, sino que sufren de cobardía moral”, son comparables al nivel del Perú y “tendrían que ser conducidos como ganado para desempeñar cualquier papel de importancia en Chile”. Sólo se puede emplear los militares si el MIR o los socialistas provocan verdaderos disturbios. En cambio, Frei tiene una buena opinión de Carabineros.

Coinciden que “Alessandri presenta los síntomas de la enfermedad de Parkinson (mano temblorosa, arrastra una pierna, y dificultad para hablar) y su mandato podría acortarse”. Sin embargo, Frei como yo –concluye Korry– preferimos “ganar tiempo con Alessandri que arriesgarse a Allende”. Y Frei podría desempeñar un papel mayor en el período post electoral, cuando el Congreso debe elegir al Presidente. Para reforzarlo “se necesitarán fondos para influir en los votos del Congreso” (10). Es decir, dan luz verde al Gambito. Frei trabaja el voto del Congreso. En su memorándum del 23 de agosto, el director de operaciones de la CIA, informa que: “A falta de estimaciones más confiables estamos dispuestos a aceptar la de Frei de que al menos 18 de los 75 congresistas del PDC votarán por Allende. Si todos los demás votan por Alessandri, la elección de este último está asegurada. Aunque Frei no es capaz de garantizar la transferencia de estos votos ‘no comprometidos’ a Alessandri”.

En otro informe de Korry enviado ocho días después de la elección, asegura que ha trabajado el gambito desde antes de ella. Y en 1996, dirá que fue informado antes de la elección por los miembros del PDC que planificaron esto y que “me pidieron que no revelara su iniciativa a Washington” (11).

El plan es detallado por el propio presidente del Senado, Tomás Pablo (DC), quien llega a la residencia de Korry el domingo 9 de agosto, sin invitación. Le dice que si Alessandri fuera electo por el Congreso podría renunciar y cumplir así su promesa de respetar a la primera mayoría. El presidente del Senado –es decir él– asumiría como Presidente interino y se convocarían nuevas elecciones con Frei candidato pues el breve gobierno de Alessandri haría que la nueva elección no fuese consecutiva a su mandato. El Ejército combatiría la violencia marxista y dispondría de los recursos estadounidenses (12). Así, Frei obtendría el voto de los parlamentarios DC contra Allende y una nueva elección presidencial, en la que tendría el apoyo de la derecha. Las últimas semanas, Frei emite mensajes que indican que vislumbra una próxima campaña presidencial: repite que está satisfecho de lo realizado pero que le faltó tiempo…

Como veremos, el gambito será activado cinco días después de la elección, pero con otro escenario.

1. Ercilla, 28/1/1970
2. Musalem José, 2012, Mi vida entre líneas. Memorias, Cadaqués, 134
3. El Siglo 1/2/1970; 2/12/1970
4. El Mercurio, 13/6/1971; Sepúlveda E., 1984, Gobierno de Frei: Primera etapa de la Revolución en Libertad, Ed. personal, LLN, 250
5. Boye Otto, 1999, Hermano Bernardo, Cesoc, 156
6. Ercilla, 12/8/1970; El Mercurio, 11/9/70; La Tercera, 16/6/1970
7. Hurtado Sebastián, 2013, El golpe que no fue, Estudios Públicos, 105-140 y https://history.state.gov/historicaldocuments/frus1969-76v21/d38
8. Idem/d55
9. Gambito: en ajedrez, sacrificar una pieza para obtener una posición favorable
10. Idem/d37
11. Idem/d75; Korry, 1996, conferencia en el CEP, 36
12. Idem /d50 (11/8/1970)

*Historiador.

Este texto forma parte de una “Historia de la Unidad Popular” cuyo primer volumen será publicado por ediciones LOM, este año.

Jorge Magasich

Historiador.

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