La salud mental de las profesoras y profesore

Coincidentemente con la caída del muro de Berlín y el declive de la Unión Soviética, Chile inicia la transición democrática, luego de un plebiscito que puso término al régimen militar. Pese al arribo de los gobiernos democráticos, desde el año 1990 comienza un periodo de legitimación, consolidación y hegemonía de las políticas neoliberales. Desde el punto de vista laboral, a escala mundial y nacional, estos últimos 30 años se han caracterizado por un estilo de relaciones laborales cambiantes y de transformaciones aceleradas. Lo anterior, provisto de un discurso transversal por el incremento de las exigencias laborales. Bajo el discurso del crecimiento económico, todas las elites políticas, económicas, sociales y culturales, trasladaron todos los requerimientos de la economía a todas las esferas de la sociedad. De esta manera, las trabajadoras y trabajadores chilenos que se insertan en este nuevo paradigma productivo se ven obligadas a satisfacer dichas demandas y a adaptarse a las nuevas condiciones, sacrificando pasivamente las condiciones laborales del modelo fordista y los acuerdos del Estado de bienestar. En este escenario, no es de extrañar que, a un corto, mediano y largo plazo, se observen consecuencias que afectan la salud y calidad de vida de las personas que trabajan y que se desenvuelven en este nuevo ambiente.

Por otra parte, desde las ciencias sociales en general y desde la psicología en particular, se ha confirmado que las condiciones laborales deficientes son una amenaza para el trabajador. Si, además, no están dadas las condiciones de seguridad y protección necesarias, se provocan las enfermedades laborales. Así mismo, si consideramos que el sistema de producción neoliberal no reduce los niveles de control colectivo sobre la actividad productiva, ello influye aún más en el aumento del nivel de tensión psicológica del trabajador. En particular una de las manifestaciones de riesgo laboral menos consideradas, son aquellas asociadas al estrés. Sin embargo, de acuerdo con la European Foundation, desde el año 1994, las llamadas enfermedades de la productividad asociadas al estrés, constituyen el cincuenta por ciento de las licencias médicas europeas.

Se estima que las enfermedades, relacionadas con el estrés le cuestan a los Estados Unidos de Donald Trump, unos quinientos millones de dólares anuales. Entre las enfermedades profesionales asociadas al estrés, desde hace al menos dos décadas, se estudia el llamado “Burnout” o síndrome de quemarse por el trabajo. Esta condición tiende a manifestarse en aquellos profesionales que prestan servicio a personas, tales como docentes, profesionales de la salud, (...)